¡Perdida!
Perdida en el mundo me encontré, rendida ante tus pies recobre mi poder.
Tu amor inmenso me abrazó, como olas del mar en el atardecer.
Vives en mi, aunque no pueda verte, sentirte me fortalece.
Mi corazón resurge como el Fénix, con el poder sin igual de tu amor.
Perdida estaba y a tus pies mi amor renació, tu calor me abraza y en cada susurro del viento tus promesas puedo oír.
Adorarte en lo más profundo de mi ser, puedo ver tu gracia, gracias por tu amor. Gracias por tu verdad. Solo a tí mi Dios te entrego mi paz.
Perdida en la verdad, perdida en tu amor que no tiene sin igual.
© Isa Campos