Al día siguiente...
Era la primera vez que la entrenadora separaba a Matthew y Hiroshi de carril...
—Matthew y Thiago en la pista tres.— Dijo la entrenadora sin despegar la vista de su tablet. —y Hiroshi ira con Adriana.
Thiago y Matthew se miraron con una sonrisa y luego soltaron una pequeña risa disimulada.
Hiroshi ya estaba notando la cercanía de ambos amigos desde hace días, y no le agradaba tanto la idea... Aunque ni él mismo sabía porque le molestaba tanto verlos juntos.
Después del entrenamiento Matthew y Thiago se dirigieron entre risas a los cambiadores, Hiroshi noto esto y se apresuró en seguirlos.
Hiroshi agarro a Matthew y trato de jalando, Matthew se resistió casi sin esfuerzo, aunque con confusión en su rostro.
—¿Hiroshi? ¿Que...?— Pregunto Matthew confundido.
—Necesito hablar contigo, ahora.— Hiroshi siguió jalando a Matthew.
Thiago miraba la situación, empezando a incomodarse, buscando una forma de salir del lugar, decidió sacar su teléfono.
—Oigan... me tengo que ir, me estan llamando...— Thiago sonrio, aunque se notaba la incomodidad en su rostro.
Matthew asintio y Thiago salió casi de inmediato, Hiroshi soltó a Matthew bruscamente.
—¿Porque estas tan cercano a él?— Pregunto Hiroshi con el ceño fruncido.
Matthew también parecía molesto. —No me hablas durante dias ¿Que quieres que haga?— Matthew Suspiro.
—Tambien, tu te cambiabas en las tribunas, ¿y ahora resulta que vienes a los cambiadores con...?— Hiroshi hico una pausa, recordando el nombre. —é-él...— Frunció el ceño.
—Se llama Thiago— Aclaro Matthew. —Y si, a él le gusta cambiarse aqui, y como queremos hablar, lo acompañe.
—Es una excusa porque te lo quieres føll@r...
—Oh créeme, no es como tu, él no se me subió encima cuando entró en celo y después me dejó como si nada.
—¡Lo hice porque me moleste cuando me marcaste!
—¿Y ahora vienes y me reclamas cosas sin sentido? No tienes ni el derecho de hacerlo después de dejarme solo...
Hiroshi se quedo callado, aunque mantenía su ceño fruncido, apesar que sabía que Matthew tenía razón.
Mathew se cruzó de brazos, ya hartandose de la pequeña discusión que estaban teniendo.