El Bosque Susurrante no hablaba ya, solo gemía. Sus hojas, antes de un verde esmeralda vibrante, se habían tornado grises, como ceniza de un fuego olvidado. Lyra, con sus pequeños pies descalzos, sintió el frío de la tierra moribunda calar en sus huesos. La magia que una vez había empapado cada rama y cada raíz se desvanecía, arrastrando consigo la vida del reino.
"La Semilla Estelar," murmuró el Guardián de Piedra, su voz raspando como rocas al moverse. "Solo ella puede devolver el aliento al mundo."
Lyra conocía la leyenda: una semilla nacida del corazón de una estrella caída, custodiada por las hadas de la aurora. Pero las hadas habían desaparecido hace eones, llevándose sus secretos. Sin embargo, una chispa de esperanza brilló en los ojos de Lyra. Recordó un viejo cuento de su abuela, sobre un arroyo subterráneo donde la luz de las estrellas se filtraba en la oscuridad.
Con determinación, se adentró en las profundidades del bosque moribundo, guiada solo por la tenue luz de los hongos bioluminiscentes y el recuerdo de una canción antigua. Días se convirtieron en noches, y el cansancio amenazaba con vencerla. Hasta que, al borde de un abismo olvidado, encontró la entrada a una caverna oculta.
Dentro, un arroyo de agua cristalina fluía, y sobre él, miles de puntos de luz danzaban: fragmentos de estrellas encapsulados en el agua. Y allí, en el centro de un remolino lumínico, flotaba una sola semilla, pulsando con una luz azul etérea. La Semilla Estelar.
Con manos temblorosas, Lyra la tomó. Un calor reconfortante se extendió por su cuerpo. Al salir de la caverna, levantó la Semilla hacia el cielo gris. Una luz deslumbrante brotó de ella, ascendiendo y expandiéndose, tocando cada hoja, cada rama. Lentamente, el gris retrocedió, reemplazado por un verde vibrante que se extendía como una ola de vida.
El Bosque Susurrante exhaló un suspiro colectivo, y por primera vez en mucho tiempo, Lyra escuchó el dulce murmullo de sus hojas, un canto de gratitud que resonó por todo el reino. La magia había regresado, y con ella, la esperanza.