—A veces me siento mal y...
—Para. Cállate.
Brad frunció el ceño confundido, mirando como Triana cubría su cuerpo con su manta.
—Sé a dónde quieres llegar. Ésta es la parte en la que me cuentas tus traumas para reforzar un vínculo, luego comenzaremos a pasar tiempo juntos, tendremos una relación que no nos llevará a ninguna parte y vas a dejarme solo porque te gusta otra...
El chico se mantuvo en silencio, todavía confuso.
Triana suspiró dramáticamente acomodándose dentro de la manta.
»Yo sé que estás pillado por la chica esa que pone la asistencia en tu universidad —continuó—, y estás contándome a mí lo que deberías contarle a ella. El lore de tu vida.
—No creo que sea tan cierto.
—Yo sí, tengo un pálpito.
—¿Y?
—Y te guardas tus putos traumas para tu Crush, a mí follame y ya.
—Pero si no íbamos a hacer nada...—se quejó Brad— dijiste que no podías tener sexo.
—Y no puedo, pero no me cuentes tu vida.