Aún cuando miro la luna te veo en ella. Te miró en un recuerdo de cuando todo iba bien, de cuando hablábamos mientras el sol descansaba.
Esos noches me hiceron más feliz que otra cosa. Eran especiales, eran noches que aunque fueran oscuras, tú las iluminabas.
Todo en ese entonces era más brillante, tú lo hacías sentir así.
Eras, eres y serás la mejor persona que conocí. Nunca habrá alguien que tenga la misma magia que tú tienes y me encante como tú.
El tiempo nunca volverá atrás. Y ojalá no fuera así, porque de poder volver, lo haría y no te dejaría ir jamás.
Lo arruiné, y no hay solución a eso. Admito mi culpa, y no quiero dejar de sentirla, porque ese tormento es lo mínimo que me merezco por herirte. Por herirte aún cuando tú buscabas ayudarme.