Era viernes por la noche, el día y la hora favorita de cierto chico para jugar Fútbol en la Play.
Estaba junto a él su novia, quien se había quedado a dormir en su casa esa noche, pues los padres del chico no estaban y ella fue a hacerle compañía.
—¡Ya casi ganó!— decía alegre el chico.
La novia de este no era muy fanática del fútbol o los deportes en general, pero adoraba ver a su chico feliz.
—¿En serio?, wow, eres genial jugando.
— ¡Ya casi, ya casi!—se emocionaba el chico mientras caminaba su posición de acostado a de rodillas en la cama.
Ella estaba acomodada en su regazo, pero este al cambiar de posición apartó la cabeza de ella.
Apesar de estar enojada por eso, no quería interrumpirlo, la última vez que lo hizo se molestó bastante y no le quiso hablar por unas horas, aunque el berrinche se le pasó luego de que ella le propusiera un rato de pasión en la habitación.
—Solo con recordar lo rudo que fue esa vez...— pensaba la chica sonrojandose por estar pensando de forma tan indecente.
El chico está eufórico, estaba a un gol de ganar el partido, pero para su mala suerte un fuerte trueno impacto cerca de unos postes de electricidad haciendo que se fuese la misma.
Él paso de golpe de estado de euforia a enojo y tristeza, realmente le hacía ilusión ganar y presumirlo con sus amigos.
La chica que le acompañaba no sabía que decirle por lo que solo envolvío con sus manos la cadera de él.
El chico al borde de las lágrimas por frustración le quitó los brazos e intentó acostarse correctamente, pero sin darse cuenta fue al borde de la cama y casi se cae.
La novia de él ràpido reaccionó, porque a pesar de no poder ver mucho, sentido como él chico se alejaba del centro de la cama y al darse cuenta lo sujetó del suéter que traía puesto logrando por los pelos que no se diese un golpe muy fuerte.
El chico se acomodó bien en la cama y se pegó mucho a su novia, que lo abrazaba al mismo tiempo que acariciaba su cabello.
—Ya, tranquilo, luego vuelves a jugar, seguro solo es una pequeña avería—decía la chica.
El chico no contesto, lo único que tenía para decir eran groserías y quejas, no quería arruinar el ambiente, de hecho solo para mejorarlo se mantuvo en silencio y movió su cabeza hasta llegar a los pechos de la chica.
—Oye, no me molesta que te pongas cómodo, pero no te muevas tanto, me haces cosquillas.
—Te quiero...— Dijo el chico— Te quiero mucho y tú me importas màs que el fútbol, así que no me cambies ¿sí?
—¿Pero de qué hablas tonto?, ¿Cómo podría siquiera pensar en dejarte?, yo también te quiero, no, yo te amo.
Estaba el ambiente romántico y silencioso.
—Bueno...eso ya lo sé — dijo él engreído.
—Eres un tonto— le contestó su novia.
—¿Y eso ahora por qué? Solo te dije algo lindo. Lo único más importante que el fútbol para mí son mís padres y tú, lo demàs es trivial.
Ella solo ignoro su comentario y con cariño acaricio su cabello sedoso. El joven había comenzado a desesperarse, quería terminar y ganar su juego, pero era tan lindo el momento con su pareja que no quiso volver pesado el ambiente con sus quejas.
—Tengo calor—dijo el chico apartandose de a poco de la chica.
Al apartance bastante se arrodilló en la cama y se quitó su playera.
Esto no era visible para su novia debido a la oscuridad por lo que inocentemente se lanzó con fuerza sobre el pecho desnudo del joven. La fuerza del impacto provocó que ambos calleran de la cama, ella por puro reflejo antepuso sus manos a la cabeza de su amado a pesar de ella estar sobre él.
—¡Mierd*!— él se quejaba— Por qué me pasa esto siempre ¡Mierd*! ¿¡No te lastimaste cierto!?— preocupado le pregunto mientras hacía para sentarse y tomaba las manos de la chica que cubrieron su cabeza de la corta caída.
—Sí, estoy bien, no exageres— contestó ella.
El chico sujeto sus manos y las beso con gentileza. La joven acto seguido se sentó de piernas abiertas sobre la zona de la cadera y él se sentó de una forma màs cómoda, se encontraban prácticamente frente a frente.
—Me apoyaré en la pared, ¿te parece?— el de género masculino hablo.
—Esta bien amor
—Creo que deberíamos quedarnos quietos aquí en el suelo, está muy oscuro y no veo nada... ¡Mierd*! ¿Por qué tuvo que irse la electricidad de noche? Ni siquiera puedo ver qué adorable expresión estas haciendo ahora, seguro estás conteniendo la risa porque estoy hablando mucho y deciendo groserías.
Y sí, el chico acepto su novia estaba riendo en silencio debido a su conducta, además es de esas personas que cuando algo les da pena o vergüenza o se ponen nerviosas se comienzan a reír.
—Tambien deseas terminar ese partido tuyo en la Play, ¿cierto?
—Sí, tienes razón, pero lo quería ganar para que vieras lo genial que soy, es muy injusto toda esta mierda*— contestó escondiendose en el pecho de la chica que aún sentada en su regazo estaba.
"Es tan lindo" pensaba la joven al ver la conducta tan adorable de su pareja.
—Eres el mejor, enserio jajaja.
—Lo sé, tienes razón— agregó él.
Ella nuevamente guardo silencio y acaricio su cabello.
—!Pero bueno! ¿Tienes algún problemita con mi pelo? Te la pasas tocandolo.
—¿Te molesta?
—No es eso, es solo que...tengo otras partes del cuerpo que quieren todo ese cariño.
Ella solo se sonrojó y apartó las manos de su cabeza.
El muchacho levantó la cabeza, era muy notoria en ese momento la corta diferencia de estatura que compartían.— ¿Me das un besito?
Hubo unos instantes de silencio que luego fueron interrumpidos por la chica quien reía como loca, se sentía muy avergonzada.
—¿¡De qué te ríes!?— avergonzado el chico expresó en voz alta— Me estás avergonzando mucho, ¡mierd*!
Ella apenas podía contener la risa— Perdón amor jajaja,esque me tomaste por sorpresa.
Apesar de no ser visible debido a la ausencia de luz ella con sus manos, que ahora acariciaban el rostro del muchacho, noto como hacía pucheros y lo caliente de sus mejillas.
—..., si no quieres besarme está bien...— verbalisó él.
El ambiente volvió a ser silencioso.
—¿Amor?
—Dime... No planeó darte ningún besito ahora, fea...
Ella solo volvió a reír por su adorable comportamiento.
—Solo quería saber sí tienes el mando de la TV sobre tu regazo.
Al principio él no comprendía, no fue mucho el tiempo para que se diese cuenta de lo que ella quiso decir. En realidad el ya lo sabía, pero pensaba que ella no se daría cuenta.
—Si...emh, es el mando jaja...
—Si, claro...
Nuevamente el silencio predominio.
—Ya estoy cansada— diciendo esto se puso de pie y lentamente avanzó hasta la cama del chico.
—¡Oye! ¿Qué haces? ¡Cuidado, puedes tropezar y caer!
Él intento ir trás ella, pero apesar de ser su propia habitación parecía ser que su amada la conocía mejor que él mismo.
—¡Mierd*!— grito luego de golpearse el pie con una mesita de noche que tenía en su cuarto.
—¿Estas bien?
—¿Te parece?
—Te ayudaré, solo espera un momento.
—¡No! No lo hagas cuida.._ aquella frase fue inconclusa, nuevamente se encontraba en el piso aquella chica.— Te lo dije tonta, demonios, ¿ahora en donde caíste?
—En el suelo tonto...
—¿Enserio? Pensé que habías caído al techo.
— Que gracioso, me muero de la risa— con igual ironía contestó ella— diablos, creo que perdí una chichi.
—¿De qué hablas? ¿De mis chichis?— pregunto con susto el chico apoderándose de aquella parte del cuerpo de su novia— No te muevas, tengo que rescatar esas chichis que me pertenecen.
—Pervertido idiota — ella reprendió a aquel.
Fue cuestión de segundos para que nuevamente ambos estuvieran juntos.
Él rápidamente al encontrarla comenzó a acariciar sin mucha delicadeza el cuerpo de ella en busca de "sus chichis".
—¿Puedes no hacer eso? Mi futbolista favorito es muy pervertido y tosco.
—Shh... Guarda silencio, intento escuchar algo— sin decir más el tomo en sus manos ambos pechos de la chica y luego posiciono su cabeza de forma lateral sobre el busto de la misma— Quiero escuchar el sonido de tú corazón, escucharlo latir me tranquiliza... Pero, está latiendo demasiado rápido ahora, ¿Por qué? ¿Te gusta esto? ¡Ja! Increíble, y luego hay que escuchar que el pervertido soy yo.
—¡Ca...cállate!— avergonzada grito.
—¿En que momento momento te quitaste mi pullover, pequeña?, te quedaba tan bien, mi equipo favorito y mi persona favorita. Qué más pudiese pedir?
La piel de la chica estaba prácticamente desnuda, ella tenía intensiones sucias al subirse en la cama de su novio, al quitarse la ropa pretendía hacerle una broma, el plan era que al subir a la cama junto a ella se sorprendiera al notar su desnudez.
Él era muy raro, lo mismo era un chico tímido y friki que un chico dominante y pervertido(siempre grosero y mal hablado).
—¿Ahora sí me darás mi besito?— preguntó el coqueto— quiero meter unos cuantos golazos en tu portería.
—¡Cochino!
—¿Yo?¿Por qué? Solo reclamo lo que es mío y solo mío.
La chica vaciló un poco.
—A..¿aquí en el piso?
—¿Te incomoda? Yo no le veo el problema.
—Ti..¿tienes?... ya sabes... ¿protección?
—Tengo...
—B... bueno...
Lo que restaba de noche se fue volando.
Ya era de día.
—¿Estas despierto amor?— ella preguntó mirando a su amado que se encontraba en el suelo justo al lado de ella.
—¡Mierd*! Que dolor de cabeza— agregó él rascándose la nuca y frunciendo el ceño.
—Al parecer ya llegó la electricidad.
—Eso parece...
—¿No quieres terminar tú juego?
—Sí, si quiero... Pero quiero más estar aquí acostado en este frío suelo junto a tí— dicho esto el joven envolvió en sus brazos a su novia y se acurrucó en su pecho como de costumbre.
—Te amo...
—Yo también...