El olor a desinfectante le revolvía el estómago, aunque no tanto como la idea que se repetía en su cabeza. No había habido ningún Alfa.
Eliot miró el test de embarazo sobre la mesa con el ceño fruncido. Dos líneas rosas, tan marcadas que parecían burlarse de él.
Su mundo se tambaleó. Su primer instinto fue la negación, el segundo, el pánico. No era posible. No podía ser posible.
—Debe haber un error… —murmuró, con la respiración entrecortada.
Pero no lo había. El análisis de sangre que el médico acababa de entregarle confirmaba lo que el test casero ya había gritado: Eliot estaba embarazado.
Y lo peor no era la imposibilidad biológica del asunto. Lo peor era que él tenía pareja.
Un Alfa.
Uno que estaba a miles de kilómetros, en otra base, sirviendo en el ejército desde hacía un año.
La doctora, una Beta de rostro afilado y mirada incrédula, revisaba la pantalla por quinta vez.
—Según los exámenes, tiene aproximadamente ocho semanas de embarazo.
Ocho semanas. Dos meses.
Eliot sintió que el mundo se hundía a su alrededor. Hace dos meses, él estaba solo. Su pareja, Isaac, no había regresado de su misión. No había habido llamadas desesperadas en medio de un celo. No había estado con nadie.
Y aun así, estaba embarazado.
—Debe haber un error —repitió, con un hilo de voz.
La doctora entrecerró los ojos.
—Lo revisé tres veces. No hay error. Hay una gestación en curso… pero hay algo extraño en los análisis.
Eliot alzó la vista, el corazón latiéndole con violencia.
—¿Qué… qué significa eso?
La doctora dudó antes de responder.
—Normalmente, en una concepción típica, hay un 50% de material genético del Alfa y un 50% del Omega. En su caso… hay un 100% de coincidencia con su propio ADN.
El silencio se volvió insoportable.
Eliot sintió el estómago revolverse. Un escalofrío recorrió su espalda, helándole hasta los huesos.
Su hijo era completamente suyo.
No había Alfa. No había otro padre. No había explicación.
—Esto no es posible… —susurró, llevándose una mano al vientre.
El calor pulsante bajo su piel le revolvió el estómago. Algo crecía dentro de él. Algo que su cuerpo había decidido crear por sí solo.
Su celular vibró en la mesa. El nombre de Isaac brilló en la pantalla.
Eliot tragó saliva con dificultad.
¿Cómo se supone que le explicaría esto?
[😺] yo haciendo cualquier cosa menos actualizar xd les dejo esto por aquí y me voy