Para muchos los pies no son algo que sea particularmente atractivo o especial y para muchos otros los pies se convierten en el atractivo principal, pues esto último era el caso de Fabián.
Desde que tenía memoria, Fabián,había sido un entusiasta de los pies tanto así que no podía evitar bajar la mirada disimuladamente cuando veía a una persona descalza, a menudo se topaba con pies un tanto ordinarios y descuidados que casi nunca cumplían sus expectativas, no fué hasta que conoció a Daniel que eso cambió.
Era una tarde fría y habían anunciado un cambió de turno, Fabián había sido puesto en el turno nocturno era una noticia que le agradaba pues no hacían mucho, solo se encargaban de dejar todo limpio para el próximo turno matutino.
El jefe entonces le presentó a Daniel, era un chico algo tímido, educado, modesto,reservado una personalidad insual para estos tiempos, físicamente se veía joven, de apariencia delicada y refrescante, tenía aún ese brillo de la juventud.
Fabián saludó a Daniel y el gefe se marchó cerrando la puerta dejando a ambos en un silencio únicamente interrumpido por el sonido vibrante de las máquinas de refrigeración. Fabián interrumpió el ambiente preguntado "¿Cuánto tiempo llevas aquí?"
El chico respondió un poco sorprendido: "Solo llevo 3 días, es mi primer trabajo"
La conversación fluyó durante toda la noche hablando sobre sus gustos,experiencias, etcétera.
Al finalizar el día Fabián había conocido un poco a Daniel, era tal cual, bastante nuevo en el mundo, gentil, amable todavía sin ser corrompido aunque ya había tenido una mala experiencia con su anterior compañero razón por la cuál pusieron a Fabián en el turno nocturno junto a Daniel.
A Fabián, le había agradado mucho Daniel, hasta sentía culpa por pensar en cómo serían los pies de Daniel, ya que había notado que sus manos eran bastante bonitas, delicadas y definidas algo que en su experiencia las manos eran un reflejo claro de cómo serían los pies de una persona. Fabián intento pensar en otras cosas tratando de distraer su mente teniendo éxito con eso, sin embargo no contaba con que Daniel también tenía su lado pícaro...
Pasaron los primeros días, llegaban, platicaban, limpiaban, se quejaban del frío, jugaban juntos en el móvil, ahora Daniel o "Dani" como lo llamaba Fabián, soltaba de vez en cuando una sutil sonrisa o un chiste, era bastante divertido ya que por lo general el humor de Daniel era bastante acertado.
Todo parecía ir bien, Fabián había hecho un nuevo amigo y había evitado ese tipo de pensamientos al menos hacía su amigo, hasta que llegó el fin de semana y eso cambió.
Ya era viernes, ese día había estado lloviendo fuertemente Fabián llegó temprano, mientras platicaba con sus anteriores compañeros que estaban por irse, se preguntaba si Daniel, vendría esa noche, el gefe y los 2 compañeros apostaron que no llegaría, sin embargo Fabián se arriesgó y apostó a qué vendría ya que pese a que Daniel era nuevo, Fabián conocía su sentido de la responsabilidad.
Llegó la hora y Casi al final del turno matutino Daniel llegó, era tarde pero ahí estaba. Entró dejando huellas de agua detrás de él y disculpándose con el gefe, el gefe mostró comprensión y se marchó.
Caminó hacia su amigo mientras cerraban la puerta sonriendo avergonzadamente, Algo en Fabián se ablandó al verlo empapado, lo saludo con un tono de lástima "Danii, ¿qué te pasó? Casi me haces perder dinero eh. Creí que no llegabas"
Daniel respondió un poco alegre y tembloroso:
"Ah, perdón... Tuve que caminar a pie ya que el autobús se atascó en medio del agua..."
Después de saludarse y hablar un poco, Daniel se sentó al lado de Fabián, parecía empapado, ya que le había salpicado agua y llovizna, pero realmente solo había penetrado agua en su calzado. Daniel al sentarse se quitó los tenis, mientras Danie prestaba atención a sus pies y a su calzado mojado, Fabián notó lo que hacía Daniel, no pudo evitarlo de quedó mirando los pies de su amigo, quizá lo abría logrado ignorar si no fuera por el tipo de calcetín que usaba Daniel, eran calcetines del tipo delgado y elásticos, de los que se estiran al ponertelos, lo que dejaba ver la forma de los pies de Dani.
Ahí estaba Fabián, mirando a Dani, sus pies se marcaban perfectamente, no tenía juanetes, sus dedos no eran demasiado largos, su talón era delgado, el arco de su pie estaba bien marcado, podía ver la piel a través del calcetín especialmente en el talón, los dedos de los pies y la parte al costado de la planta, esa imagen de transparencia en sus calcetines y sus pies bien recortados, con una evidente forma perfecta lo hizo imaginar cómo serían sin los calcetines.
Daniel estaba a punto de quitarse los calcetines, tomó la parte superior de su calcetín y la tiró hacia bajo revelando su talón y parte de su suela, notó que entonces Fabián estaba muy callado y al voltear a verlo Fabián estaba mirando directamente a sus pies.
Fabián estaba sin palabras y sin poder reaccionar, el talón de Daniel era blanco y rosado, la luz hacía que brillará en algunos puntos debido a que estaba mojado, Daniel al notar la mirada sintió vergüenza, Fabián subió la mirada conectando con los ojos de Daniel y mirando a otra parte luego de eso, soltando después una frase innecesaria "Pues si que te empapaste"
Daniel, se subió el calcetín y respondió sonrojado "Sí..."
Hubo un silencio incómodo y se pusieron a jugar en el celular después de un rato, Daniel se había quedado con sus calcetines puestos mientras a un lado había dejado sus tenis, en un momento se bajó a ayudar a Fabián que intentaba pegar un cartel que se había caído, buscó la cinta y se la dió.
Fabián se había levantado para evitar estar al lado de Daniel, pues voltear a verlo y ver esa escena de Dani, sentado con los tenis sacados y sus calcetines pies envueltos en esa finas calcetas hacían que pusiera nervioso o se trabara al hablar, pues había notado que incluso se notaba la línea entre los dedos.
"Eso fué tan erótico, aunque es mi amigo... debo dejar de pensar así"
Se dió la vuelta para recibir la cinta, mientras pegaba el cartel el vidrio de nuevo se le cayó la cinta, entonces notó al recoger la cinta que Daniel había dejado huella de sus pies, eran perfectas talón marcado, borde lateral marcado, la parte redonda de los dedos marcados y la zona suave debajo de los dedos habían dejado una hermosa marca en el piso.
Daniel, había notado el interés de su amigo aunque no lo parecía, Daniel era todo un pícaro cuando se trataba de sus pies y era como si el destino los hubiera puesto a ambos en el mismo camino, Daniel creció en un pequeña ciudad casi desde que nació sus pies eran protegidos ya sea por frío, o por el polvoriento suelo, siempre usó calzado especial y su madre que se preocupaba por cada aspecto de su hijo, lo obligó a usar siempre calcetines y plantillas especiales. Gracias a esto los pies de Daniel crecieron resguardados en sus tenis, la piel era tersa, los dedos delgados, las uñas rosadas, eran pies sensibles a menudo Daniel se tocaba quitándose toda la ropa dejándose puesto los tenis sin calcetines para a mitad del trabajo quitarselos y sentir esa exposición tan vergonzosa, vulnerable de sus pies saliendo sudados de su cálido y húmedo tenis.
Gran parte de su infancia Daniel tenía vergüenza de mostrar sus pies, simplemente porque podía sentir el aire entre sus dedos, sentía que los miraban y porque para él eso no era algo natural sus pies siempre fueron algo íntimo, eso cambió al llegar a la adolescencia y poco a poco llegó a este punto.
Daniel se sintió avergonzado, pero lo hizo pensando también en qué quería mostrar esa parte tan personal de él era algo que no podía controlar, le encantaba la sensación de estar expuesto, sentir las textura de las cosas en sus suaves suelas y que la gente lo admirarse.
El día pasó, hablaron un poco Fabián intentando disimular su nerviosismo, atracción y Daniel intentando disimular su vergüenza y su excitación al mostrarse así ante su amigo quien claramente deseaba sus pies.
Fabián llegó a casa y no pudo más, recordó la mirada tan despreocupada de su amigo mientras se quitaba los calcetines, esa noche al llegar a casa no se contuvo y se imaginó disfrutando de los pies de su amigo, fué extraño ya que habían creado un vínculo en poco tiempo pero al final el gusto por los pies de Fabián ganó.
Daniel por su parte, llegó a casa se quitó los calcetines mojados, ahora sus pies estaban como pasas, se metió a bañar y dentro del baño miro sus pies en sus chanclas, sus dedos rosados, sus uñas con un brillo natural y sintió vergüenza. Al salir se tocó imaginando que su amigo disfrutaba de sus pies sintiendo el rose de las cobijas en ellos.
∆Segunda semana∆
Era lunes, había sido una semana de fantasías para ambos. Era hora de que se volvieran a ver.
Fabián iba con una visión diferente de su amigo, pues había disfrutado ya de mil maneras los pies de su amigo durante el fin de semana en su mente, pese a que lo apreciaba ahora quería ver más de sus pies, de aquel chico tímido y de rasgos delicados.
Para Fabián ver los pies de alguien era como ver un secreto, como ver detrás o algo muy personal, ver la escencia de esa persona y de esa manera poder conocerlo en incluso de manera más personal.
Fabián iba solo con una pregunta en mente "A qué operan los pies de Dani?"