Parte 2
Ana Se levantó aterrorizada y vio al Ryan riendo como loco "¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? ¡Llamaré a la policía!"
"Creerán que estas loca, solo tu puedes verme __ Ryan hizo una pausa acercándose agilmente a la mujer dejándola contra la pared __ ¿Porque puedes verme Ana? ¿Quién eres?"
"No sé porque puedo verte, pero para tu tranquilidad no me interesas ¡Largo de aquí!"
Ryan se agachó y empezó a olfatear desde su entrepierna, en ese lugar se mantuvo algunos segundos, luego llegó a sus pechos, cuello, boca, orejas y cabello "¿Tinturas tu cabello?" Preguntó el hombre con su sangre a mil.
Ana negó con la cabeza muy nerviosa, sin duda era guapo y tenerlo cerca era una tentación, parecía conocerlo con anterioridad, pero si fuese así, nunca lo hubiese olvidado "Siempre ha sido negro"
"¿Quién es tu madre?"
"¡Murió!"
"Quiero comerte Ana y se que quieres que lo haga. Puedo oler tu deseo __ Sonrió __ También tu miedo" Pasó su mano suavemente por eu rostro.
Ana cerró los ojos, si lo deseba, inexplicablemente eso sentía una terrible atracción por el demonio "Lo haremos y te irás"
"¿Crees que es una atracción del momento? ¿Cómo podré olvidar que una humana puede verme si estoy bajo un conjuro?"
"¿A qué te refieres?"
"No soy de este mundo Ana, estoy aquí acabando con los humanos que lastimaron a mi familia, también estoy buscando a mi sobrina"
"¿Cómo se llama? ¿Está viva? ¿Tienes fotografías?" Preguntó Ana.
Ryan soltó una carcajada, le estaba diciendo que no era de ese mundo y ella únicamente había escuchado que su sobrina estaba perdida "Me gustas Ana, eres una buena chica"
"No, no lo soy __ Ana bajó la cabeza __ Muero de hambre ¿Quieres algo?"
"Ya te dije lo que quiero"
"¿Sándwich?" Preguntó Ana sin prestar atención a lo que decía.
Ryan se posicionó en su espalda y recostó su miembro endurecido y susurró en su oído "Me dará hambre después que tenga se*o"
El hombre empujó a Ana hacia el gran mesón de cocina y rompió sus bragas quedando todo al descubierto para el. Ana intento alejarlo, pero fue imposible. Ryan metió su rostro en el tras*ro de la mujer y lamió como un perro sediento provocando una sensación magnífica en Ana.
Sin previo aviso Ana empezó a gemir y eso enloqueció al mago quien sacó su miembro y de una sola estocada se sumergió en el mar de placer. El pelirrojo sacudió infinitas veces y la mujer abrió más sus piernas dando más acceso al asalto.
El pelirrojo golpeó su trasero y soltó palabras sucias provocando que la mujer gritara su nombre "¡Oh Ryan! ¡No pares!"
"Llega conmigo pequeña" Dijo en casi un susurro cuando su esencia era derramada en la mujer.
El clímax atrapó a ambos y el temblor de sus cuerpos se unificó, esta unión fue el comienzo del desastre.
Ryan se apartó y se dirigió al baño se limpió y fue por toallas para limpiar a la pelinegra que se había quedado sin fuerzas por el ataque de Ryan.
"¿Por qué me siento así?"
"No pude evitarlo y absorbí un poco de tu energía"
"¡Maldito cabrón!"
"Todos temen hablarme como tu lo has hecho, quien se atreve no vive para contarlo" Advirtió Ryan.
"Adelante ¡Matame!" Provocó Ana.
Ryan sonrió, la ayudó a levantarse, la limpió y dijo "Me debes unos sándwichs, muero de hambre"
Mientras Ana preparaba la cena no perdía oportunidad de mirarlo, era familiar, pero no lo conocía. El se*o había sido increíble nunca había compaginado tanto con alguien "¿Mataste a ese hombre? ¿Tenía que ver con la desaparición de tu sonrina?"
"No, hago tratos con las personas, les doy lo que quieren a cambio de información. Si no cumplen, mueren"
"¿El podía verte?" Preguntó Ana.
"No, solo podía escucharme.¿Has escuchado hablar de los Phriston? Somos un grupo de magos negros que hacían parte de este mundo, pero una humana traicionó a mi tía Alana y debido a eso los humanos crearon aparatos para encontrarnos e inhabilitar nuestros poderes, gran parte de mi familia murió y hay algunos de los que no sé nada. Mi abuelo Christian Phriston logró salvar a algunos y al parecer mi sobrina fue entregada a una mujer que la cuidaría, pero me temo que..."
"¿Crees que está muerta?"
"Por un momento creí que eras tú, pero su cabello es tan rojo como el mío"
"¿Todos son pelirrojos?"
"Hay excepciones, pero tengo claro que mi sobrina es pelirroja"
"Puedo ayudarte, en ese club asisten muchos empresarios, políticos etc. Tal vez alguno sepa de tu sobrina" Dijo la mujer pasando un plato con sándwichs.
"Gracias Ana, de todas maneras en algún momento tendrás que acompañarme a mi mundo. Debo saber ¿porqué puedes verme?"
"No lo haré, eso me asusta, magos, conjuros, contratos eso..."
"Si lo harás ahora dame aca eso"
"Oye es mío, es mi sándwichs"
"Lo tuyo es mío Ana"