He estado buscando la salida por meses, este lugar no fué tan malo al comienzo y no sé si tenga sentido decir esto, pero se pudre cada día que pasa y es insoportable. No he visto la luz del sol en lo que parece una eternidad, tanto así que no estoy seguro de que realmente haya existido tal cosa como el sol.
He estado avanzando probablemente en círculos, arrastrándome casi a ciegas por la densa del oscuridad, el suelo a estas alturas no me asquea tanto como el edor nauseabundo de las paredes o como aquellas cosas polvorosas y negras que toco de vez en cuando, a saber Dios qué son esas cosas.
La última vez que ví con claridad fué hace mucho, encontré un lugar iluminado muy tenuenente por una luz que emergía de las viscosas paredes, no me habría importado morir ahí siempre y cuando fuera en la luz, pero esa cosa...
Había una mujer de avanzada edad, estaba de espaldas, tenía el cabello desordenado y lleno de canas, en cuanto nos vió la maldita se giró de una manera que ni siquiera puedo describir es surreal, como si fuera un personaje de cómic, como si violara las leyes de la física con burla y repudio.
Dios padre... No quiero ni recordarlo, la maldita nos persiguió gritando algo así como "seres de mente henmohecida"
Ya basta, no quiero recordar su semblante.
Este es el estado actual de las cosas, creo que tengo infecciones en el cuerpo lo lo que me da a entender que de cierta manera todavía estoy vivo, solo espero que al morir al menos encuentre paz, pero por si acaso me niego a morir aquí, si este es el infierno tengo que salir junto con mi padre.
Antes mencioné que iba con alguien, lo adivinaste, es mi padre justamente.
Aquí entra luz por unos agujeros que se ven en las paredes, pero no importa cuánto me arrastre o gatee hacía la luz siempre se aleja más y más, ya no sé hacia donde voy solo continuo arrastrandome hacia el frente.
Nunca me imaginé el erebo de esta manera, pero es un verdadero infierno psíquico.