Hacía mucho que no encontraba esta tranquilidad a mi alrededor, quizá perderme no fue algo malo. No se escucha nada más que mis propios pensamientos y el agua tranquila del océano que me hace flotar en él. No hay nadie, como siempre, nunca hubo alguien o así lo siento. No me agrada no tener a alguien con quien hablar, reír… escuchar. Siempre escuché, aunque me alegro por esas personas que pudieron desahogarse, aunque ahora parece que me voy ahogar yo.
¿Por qué? ¿Por qué nunca tuve ese alguien? ¿Por qué nunca me sentí incluida o cómoda? ¿Era mi destino estar sola siempre? No, era mi destino sentirme sola siempre, porque disfrutaba estar sola casi la mayoría del tiempo, pero, ya saben, todos necesitamos a alguien. Ahora que me doy cuenta, a parte de estar tranquila, estoy triste ¿Se puede eso? Es la primera vez que me pasa, digo, estoy triste la mayoría del tiempo ¿Pero tranquila? No.
A este punto siento que desperdicié mi vida dándole importancia a cosas tan bobas o insignificantes pero a mí no, o capaz, lo desperdicié sobre-pensando en mí y mi amargura, haciéndome llegar a este punto. Sí, capaz todo esto es mi culpa, yo misma me perdí en el océano y nadé hasta cansarme, hasta ya no dar más. Siempre me lo dijeron, soy muy callada, ¿pero pedir ayuda? Lo hice, sí, me acuerdo bien, pero dijeron que no exagere, que había tierra cerca donde descansar…
¿Es mi culpa o la gente me mintió y me hizo llegar acá? Mentiras y engaños que me hicieron gastar energía para nada, personas que hacían promesas vacías para jugar conmigo ¡Jugaron conmigo! ¡Y no de la manera donde todos disfrutamos! sí no... donde solo ellos disfrutan.
¡Soy una boba! Está muy claro que es mi culpa, yo confíe y era obvio que no debía. Cuando me empujaron y caí al agua, cuándo dijeron que iban a volver, era todo mentira y yo confíe ciegamente. Es increíble, me vendaron los ojos y yo me dejé, me dejé guiar ciegamente por ellos y acá terminé, en el medio de la nada, sin nadie. No me gusta, no quiero esto.
Allá fue mi tranquilidad, siento como un nudo muy grande se forma en mi garganta, me lastima, me duele mucho. Por suerte no me ven y mis lágrimas se mezclan con el agua. Ay, el dolor, como te odio, como me odio. Siempre llorando y nunca me sequé ¿Es un don? Pero qué don tan inútil e irritante. No lo quiero ¿Para qué llorar si lo hice toda la vida? No vale la pena ya.
El nudo se desata pero el alivio no me importa, creo que no siento nada, capaz el agua se llevó mis penas, mis emociones, mis sentimientos ¿De qué sirve estar enojada si sé que no van a volver ni para disculparse? No me dijeron nada, pero los perdono. Perdonó sus apuñaladas en mi espalda, su ignorancia, sus risas hacía mí, sus malos tratos y su abandono. Sí, sí me quedo acá no me quiero quedar con ningún resentimiento ni mal sentimiento. Es más gracias, al menos estaba viva y me lo hicieron saber.
Cerrando los ojos lentamente, me despido sin más, dejaré que la corriente me llevé hasta donde quiera llevarme. Adiós.