Dicen que perdí la cordura, pero sé que estás ahí en algún lugar.
Que aquellos bocetos, que aquella arcilla amorfa, que mis manos manchadas de grafito, que mi cabello largo, que mi delgado cuerpo y mis ojeras... Qué tiene de malo que te dibuje día y noche? Qué tiene de malo que te busque en sueños? ¡Qué nada de eso me importa! Qué te buscaré hasta que el grafito penetre muy profundo en mi piel, hasta que mi cabello se arrastre por el suelo,hasta que la arcilla esté tan dura como la piedra, hasta que no despierte más mi letargo.