Aveces el deseo de tener algo se vuelve caótico, en ocasiones desesperante y hasta cierto punto desalentador, pero cuando se trata de sentimientos es un sufrimiento horrible, querer tener a alguien pero que por mas que quisiste tus esfuerzos fueron en vano.
Refugiarse en un pasatiempo o un gusto por algo es reconfortante, el leer en libro es como sumergirse en un mundo ficticio en donde ni siquiera te das cuenta que así lo es, es como si estuvieras en un torbellino de emociones, buscando un punto de equilibrio.
La ficción puede ser un bálsamo para nuestra alma, permitiéndonos explorar mundos y experiencias diferentes, pero debemos encontrar nuestro propio significado en medio de la incertidumbre.
Ahora mismo no se si reir o llorar, el mundo da muchas vueltas, giros de 360 y simplemente no comprendo el destino o solo es inútil cometer el mismo error dos veces en la vida, es doloroso repetir patrones que afectan rotundamente en nuestras acciones pero la dualidad de nuestras emociones pueden ser complejas y contradictorias...