A veces siento que no puedo llevar por más tiempo está mochila, tan cargada de dolor. Como duele la traición, pero más duele cuando se trata de tu misma sangre, la misma que te hiere, humilla, decepciona...
Por momentos me obligo a olvidar y estoy bien... pero de pronto todo vuelve a mi como una ola, que arrasa con todo, derribando cada estructura de fortaleza en mi ser, volviendo a inundar de dolor cada rincón de mí..
Como duele cuando las personas que se supone debían cuidarte, son las mismas que te lastiman, culpándote después, tergiversando los hechos, manipulando tus sentimientos.
Deseo dormir, dormir profunda y eternamente, sólo así, no vuelvo a recordar el dolor de mi sangre derramada por mi sangre.