-¡Ya Anna, compórtate! - le grité a mi hermana, estaba sentada al lado mío en el auto, pero me estaba arrojando bolitas de papel en la cara.
-Estoy muy aburrida, no seas tan odioso Samuel - me respondió ella sacándome la lengua
-Tranquilos niños, ya llegamos - intervenido mi madre, quién estaba sentada adelante
Bajamos del auto para ver la nueva casa a la que acabamos de mudarnos, no era igual de grande que la anterior pero está era linda.
-¡Samuel!, ¡Anna!, vengan a buscar sus cosas a sus habitaciones, cuánto antes terminemos de desempacar, mejor.
Anna y yo subimos las escaleras de la casa corriendo, peleábamos por elegir la mejor habitación. Al final llegué primero. Escogí el cuarto más grande e iluminado. Éste tenía un gran ventanal en la esquina del cuarto con un lugarcito para sentarse. Una amplia cama de dos plazas, una alfombra redonda que por lo que se ve, ha tenido mejores tiempos.
-¡Oh Samuel!, no es justo, mi caja estaba más pesada y por eso me tarde más, y te quedaste con el mejor cuarto - se quejó Anna
-Eso no es cierto, solo tienes el culo pesado, por eso no has llegado antes - le respondí yo provocándola
-No es cierto, y tus orejas son más pesadas - me respondio ella haciéndome burla.
-Aún así, llegué primero hermanita - le dije con sorna.
-No me digas así, soy mayor que vos
-Solo por dos años, pero yo soy más alto y grande
-Eso no cambia el hecho de que yo tengo 17 y vos 15. Te gané en la carrera de esperma. Ja - se me río ella
-Eso es más turbio que gracioso -le respondí con cara de asco.
-¿Que es turbio? - preguntó papá apareciendo de repente
-nada - dijimos Ana y yo al unísono
Mi hermana y yo nos miramos e inmediatamente comenzamos a reír a las carcajadas dejando a papá muy desconcertado.
Estuvimos toda la tarde desempacando y ordenando. Por la noche papá pidió pizza para cenar.
Cuando fui a mi cuarto para dormir me sentí extraño pero lo achaque a qué estaba en una nueva casa.
Desperté de madrugada todo sudado, mire la hora y eran las 4:00 am., pensaba volver a dormirme pero sentí un ruido en el piso de abajo, cada vez se hacía más fuerte, por lo que me calcé y salí de mi habitación. Vi que Anna también había salido de su cuarto.
-¿También te levantaste por el ruido? - me preguntó ella asustada
Asentí.
Bajamos pegaditos por las escaleras. Nos detuvimos frente a un cuarto, de ahí venía el ruido, eran como unos golpes rítmicos pero lentos.
-¿Que hacen acá abajo?, deberían estar durmiendo - dijo de repente mi madre haciendo que Anna y yo pegaramos un salto del susto. Mama y papá estaban detrás nuestro.
-sentimos el ruido y decidimos venir a ver qué era - explicó Anna aún agarrada de mi brazo
-Nosotros también, ustedes vayan a sus habitaciones, yo me encargo de esto, seguro es una tarta o algo flojo, no se preocupen - dijo papá quitándole importancia.
Anna y yo le dimos lugar para pasar a ver, pero nos quedamos parados al lado de mamá. Papá suspiró y abrió la puerta. Dentro solo estaban los alimentos y estantes de la alacena.
-Es extraño, no hay nada ese ruido aquí - dijo mamá extrañada
Papá entró a las alacena, reviso cada rincón. De pronto Anna comenzó a estornudar varias veces.
-¿Que sucede amor? - le preguntó mi madre a Anna
-No sé mamá, me acaba de agarrar la alergia que tengo por el polvo - explicó mi hermana
-Pero no puede ser cielo, hoy limpié cada rincón de polvo de la casa
De pronto se escuchó un ruido proveniente de atrás de la alacena, papá fue a ver y descubrió unas tablitas sueltas en la parte trasera.
-Samuel, pásame un cuchillo o una palanca para abrir esto - me ordenó mi padre
Salí corriendo hacia las cocina y agarré el cuchillo más grande, mamá de seguro nos mataría por usar sus cosas. Volví a donde estaban todos y le pase el cuchillo a papá bajo la fulminante mirada de mamá y la risa bajita de Anna.
Papá retiro todas las tablas sueltas que había en la pared. Todos quedamos en shock. Pues ahí se encontraba una puerta cubierta de polvo.
-Cristina, pasame la linterna - le ordenó mi papá a mamá.
Mamá le paso la linterna. Papá abrió la puerta la puerta con gran facilidad pero dejando salir una fuerte corriente de polvo haciendo que Anna no pudiese dejar de estornudar. Papá iluminó el lugar y se dió con una escalera de madera que descendía.
-No sabía que teníamos un sótano - dijo sorprendida mamá
-De hecho, el sótano no sale en los planos de la casa, ni fue mencionado en ningún momento - dijo extrañado papá
-Tal vez no sabían de él - propuso la posibilidad Anna
-Tal vez. De todos modos lo revisaré mañana de día - dijo mi papá
Papá volteó hacia nosotros, cuando de pronto se volvieron al escuchar los mismos golpes que al principio, hacia rato que habían cesado.
Papá se giro de inmediato ya que los golpes iban más rápido y más fuertes, pero sobre todo, estaban más cerca. Papá alumbró la linterna y comenzó a descender por las escaleras.
-Quedense ahí y espérenme - nos ordenó papá y bajo.
Estuvimos esperando un rato a que subiera pero al no hacerlo nos preocupamos, no puede aguantar más y baje las escaleras corriendo, sentía la gritos de mamá y de Anna pero yo estaba muy preocupado por papá.
Cuando toque el suelo del sótano encontré la linterna que tenía papá en el suelo. La recogí e iluminé el lugar, encontrándome con mi mamá y hermana al final de las escaleras.
-Voy a matarte si me vuelves a hacer algo así, casi me infarto - me regaño mamá
-¿Y papá? - preguntó mi hermana, se la veía realmente aterrada
-No lo sé, acabo de encontrar su linterna en el suelo - expliqué
-Niños, denme sus manos y no se despeguen de mi - nos pidió mi mamá
Lo cual hicimos mientras yo iba alumbrando el lugar, era bastante amplio, tenía muchos muebles cubiertos por sabanas blancas y como cincuenta kilos de polvo.
De pronto vi la figura de papá en el rincón más alejado.
-¡Papá! - grité corriendo hacía el sin soltar la mano de mamá.
Los tres corrimos hacía él aún tomados de las manos.
-Fue un error, fue un error, fue un error, ¡Por favor Cristina, no te los lleves de mi! - gritaba y lloraba papá, parecía en un trance, estábamos todos aterrados con la situación.
-Rick amor, despiértate - le pidió mi mamá pero al ver que papá no le hacía caso comenzó a sarandearlo para finalmente darle una fuerte cachetada que por fin lo hizo reaccionar aunque parecía muy desorientado.
-¿Que pasa?, ¿Donde estamos? - preguntaba papá mierando para todos lados
-En el sótano papi - le respondió asustada Anna
-¿Que pasó?, ¿Que murmurabas?, ¿Que fue un error? - comenzó a preguntarle mamá molesta
Papá ante tales palabras, palidecido de inmediato, se puso de pie y nos empujó hacia las escaleras.
-Debemos salir ahora mismo de aquí, no es seguro - dijo papá asustado, nunca antes lo había visto así
Tan pronto como papá dijo esas palabras, la puerta del sótano se cerró en un sonoro golpe y la linterna que traía en las manos comenzó a titilar.
-No,no, no te puedes apagar - rogó Anna
Mi hermana me arrebató la linterna de las manos para comenzar a golpearla con la mano, pero se terminó por apagar.
-Niños, no se separen de nosotros - nos dijo mamá.
Mama y papá nos rodearon entre sus brazos para protegernos.
-Rick, ¿Que está sucediendo? - pregunto mi mamá aterrada
-No lo sé Cristina, pero hay algo malo acá, debemos salir cuánto antes de este lugar - dijo mi papá aumentando nuestro terror.
Nuevamente los goles volvieron a sonar, está vez más fuertes, produciendo que Anna gritara de miedo.
-¡¿Qué está pasando?! - gritó mi hermana abrazándome
-Yo lo protegere niños - proclamó papá.
De pronto sentimos una risa grave y aterradora, era realmente muy siniestra.
-¡¿Quién eres!?, seas quién seas, no te permitiré dañar a mí familia - gritó papá
Mamá nos sujeto más fuerte aún mientras que Anna no paraba de llorar.
-Tranquila Anna, papá y yo los protegeremos, no llores - quiso tranquilizarla mamá
La voz siniestra que habíamos escuchado volvió a reírse más fuerte para luego hablarnos.
-Siguen diciendo que los protegerán, cuando Anna y yo sabemos que no han hecho nada bien, ¿No es así "cariñito"? - dijo de pronto esa horrible voz haciendo énfasis en la última palabra.
Anna al escuchar esas palabras comenzó a llorar más fuerte aún estaba destruida.
-¿A qué se refiere Anna? - cuestionó mamá asustada
-Anna, ¿Como es eso de que no te hemos protegido? - preguntó molesto papá
-Anna - le dije, pero no le pregunté nada, simplemente la abracé, al principio ella se removió incómoda pero al final se dejó abrazar.
-Aah, les mostraré a que me refiero - dijo esa horrible voz
-¡Nooo! - gritó mi hermana con una voz desgarradora
El grito de Anna nos dejó paralizados, fue un grito realmente desgarrador, ¿A qué se debía?.
De repente el lugar había cambiado, ya no nos encontrábamos, al principio me costó acostumbrar mis ojos al cambio, pero pronto lo reconocí.
-Anna, este es tu cuarto de niña, ¿Que hacemos aquí? - dijo mamá preocupada y extrañada
-No entiendo de que se trata esto... - dijo papá confuso
Anna ahora había caído de rodillas, automáticamente me arrodillé junto a ella para consolarla. No entendía nada, esa era nuestra primera casa, Anna tenía 10 y yo 8 en ese momento.
-Les mostraré SUS secretitos más oscuros, verán los horribles padres que han sido, las horribles personas que son, y el pésimo trabajo como padres que han hecho - volvió a hablar esa voz que pronto había comenzado a odiar.
-Lo siento - murmuraba Anna entre sollozos
-¿Qué es lo qué...? - mamá no pudo terminar de decir lo que quería decir ya que la imagen se empezó a reproducir.
De pronto vimos como una Anna de 10 años entraba al cuarto corriendo a su cama para luego arroparse.
Al tiempo él entraba al cuarto de mi hermana...
-¿Tío Dan?, ¿Que haces aquí? - preguntaba Anna de niña
Él se sentó junto a ella en la cama y suavemente le acariciaba su cabecita.
-Cariñito, vine a darte un poquito de amor, tus padres salieron y me dejaron a cargo, ¿Serás una buena niña y le harás caso a tu querido tío? - le preguntaba el tío Dan a mí hermana, pero note que la miraba de una forma extraña, la situación no me gustan nada.
La niña media adormilada asintió con una sonrisa.
-¡Seré muy buena! -grito feliz mi hermana
-¡Eso es! - la felicitó mi tío
-¿Que hace mi hermano ahí? - cuestionó mi papá molesto
De pronto vimos como el tío Dan destapaba a Anna, la tomaba en brazos mientras le acariciaba su pequeño cuerpito. La inocente Anna de niña no decía nada, solo reía.
Hasta que él tío le dijo de cambiarle la ropita, la desnudó dejándola en ropita interior y tocaba descaradamente su cuerpito. Le metió un dedo en la boca a Anna.
-¿Serás buena y no gritarás? - le pregunto nuevamente mi tío
-¡Seré muy buena! - volvió a decir orgullosa ella
Luego él le pidió cerrar los ojos, se bajó los pantalones e hizo que mi hermana tocara su miembro con sus manitas mientras él introducía un dedo dentro de ella. La niña Anna se removía incomoda para pronto comenzar a quejarse y llorar, suplicando que acabará.
Él tío Dan solo la calló. Al terminar de masturbarla le dió una bolsa llena de golosinas como premio.
-¡NOOOO!, mi niñita, nooo - lloraba mi mamá sin consuelo
-Ese hijo de pxtx, lo voy a matar, juro que lo voy a matar - decía mi papá también llorando
Yo no podía creer lo que había visto y cuando creímos que todo había acabado vimos como lo mismo volvía a pasar varias veces más en distintos años. Mi querida hermana había sido abusada constantemente por mi tío y nadie se había enterado.
-Anna, no te preocupes, no te pediré que me expliques ahora, solo quiero que sepas que estoy con vos pase lo que pase y solucionaremos eso. Pase lo que pase yo siempre voy a estar a tu lado - le susurré a mi hermana
Al parecer ella necesitaba escuchar esto ya que me miro a los ojos por unos segundo dejando de llorar y se acurrucó en mis brazos.
-Gracias Samuel, te amo - me agradeció ella.
-aah mis criaturitas impuras, este es solo el comienzo, ahora es turno del cabeza de familia - dijo riendo la voz siniestra
Todos volvimos a ver un cambio de imagen. Está vez era una oficina de trabajo, pero todas las luces estaban apagadas. De pronto apareció papá, se lo veía bastante cansado pero de pronto esbozó una sonrisa lujuriosa cuando una mujer se le acercó.
-Chicos por favor no miren - pidió papá resignado
-No,no,no puede ser, eres un infeliz Rick - murmuró mi mamá mientras seguía llorando
-¿Esa es la tía Valeria? - susurró Anna
-Sí... - le susurré
En la pantalla podíamos ver claramente como papá y la tía Valeria tenían relaciones sexuales, al finalizar él le hablaba mal de mamá.
-Esa mujer me tiene cansado, ya ni siquiera puedo tocarla, es muy sosa y aburrida, debí hacerte caso desde un principio y huir contigo - decía mi papá sin escrúpulos
-Tú te lo pierdes por casarte con la sosa de mi hermana - decía la tía Valeria.
No podía creer lo que veía y escuchaba.
-¡Son unos desgraciados!, ¿Como pudieron?, ¿Como pudiste?, ella es mi hermana - le reclamaba mamá
Mama siguió llorando por un rato mientras papá pedía perdón, yo solo estaba con Anna, ninguno de los dos queríamos meternos en ese asunto.
-Oh, pero vos tampoco sos una blanca paloma, ¿O acaso ya te olvidaste de todo tú pasado y tú gran engaño? - volvió a decir esa desagradable voz que nos estaba arruinando la vida
-¿De qué engaño habla Cristina? - cuestionó papá ahora molesto
-Fue hace mucho... Y tú no puedes hablar mucho - le reprendió mamá
-Veamos quién está peor, aunque para mi, ambos están podridos - río la voz grave y aterradora
Inmediatamente pudimos ver en la pantalla a mamá de más joven, también podíamos ver cómo estaba con Anna, al parecer allí tenía 1 año y meses, se la veía sola en la casa, pero luego entro un hombre que no se quién es.
-¿Sebastián?, ¿Que hacías con mi ex mejor amigo? - reclamo papá
Mamá no le respondí nada, en su lugar me miró a mí y veía culpa en su mirada
-Perdoname Samuel
Me quedé pasmado, no entendía porque se disculpaba conmigo.
Más tarde lo entendí. En el vídeo veíamos como mamá se encontraba frecuentemente con ese hombre, al tiempito, mamá se embarazó de mí.
-¿Samuel es hijo de Sebastián? - dijo papá anonadado
-Yo... - comencé a decir pero no pude continuar porque las lágrimas me invadieron
-De verdad lo siento hijo, no quería que te enterarás así - volvió a disculparse mamá
Papá también lloraba y gritaba muchos insultos. Yo estaba shockeado, no lo podía creer.
-No te preocupes Samu, aún seguimos siendo hermanos, y eso nadie lo va a cambiar - me consoló mi hermana
Permanecimos abrazados un buen rato con Anna cuando volvimos a escuchar a ese maldito demonio.
-Tampoco es como si él último integrante de esta familia no tuviese ningún secretito, todos en esta familia están sucios. Es tu turno pequeño Sammy - está vez la horrorosa voz se dirigió a mí.
Sentí un frío recorrer mi columna, sabía lo que me tocaba. En la pantalla se comenzó a reproducir nuestras vacaciones en el campo, como jugábamos Anna y yo junto a nuestros amigos de allí, para luego mostrarnos a Santiago y a mí besándonos apasionadamente detrás de los establos, me metía la mano y yo a él, teníamos relaciones sexuales sin freno, en la pantalla nos iban mostrando la misma escena tras dos años, donde nos dejábamos llevar.
-¿Eres maricon?, lo que me faltaba - me dijo mi padre y pude ver el asco y decepción en su mirada.
Sabía que esto pasaría, papá siempre había sido muy homofóbico.
-Y vos sos un infiel que se acostó con mi hermana, no podés reclamarle nada a él - me defendió mamá
-Vos también sos una perra que tuvo un hijo con mi ex mejor amigo, tampoco podés decir nada - le recriminó papá
Ellos comenzaron a discutir muy fuerte, olvidándose de nosotros, Anna temblaba y yo lloraba silenciosamente.
-Bueno, ya les he enseñado todo lo que quería, ahora me puedo retirar bien satisfecho con sus impuros secretos - anuncio la odiosa y horrible voz.
Cuando terminó de anunciar eso, las puertas del sótano por fin se abrieron
-Vamos Sammy - me dijo mi hermana
Le tomé la mano fuertemente y subimos juntos las escaleras sin mirar atrás ni esperar a nadie.