A veces estoy en mi habitación tumbado en la cama derrepente escucho que abren y cierran puertas, luego escucho pasos subiendo las escaleras, sé que eres tú. abro la puerta y te llamo, pero nadie contesta.
Sé que eres tú, la que se cuela por las noches en mi ventana entre el balanceo de las cortinas y la luz pálida de la luna.
Es tu fantasma la que me acompaña cuando me he quedado a obscuras, la que se ríe y se burla de mis locuras.
Es tu fantasma, el que se marcha al amanecer por los espejos y de nuevo te siento lejos.