Me encontraba en mi cuarto, pensando sobre mi vida.
"Hace mucho deje de sentir algo", pensé.
Quería darme por vencido, lo consideraré.
Nunca me senti tan vacío como ese día, quería desaparecer.
Vi mi cajón, habían pastillas.
"Debería hacerlo?" no era mala idea.
Pensé en mi familia, que hay de ellos?, no podía irme como si nada.
Empece a escribir cartas despidiendome.
Baje a cenar, una sonrisa había en mi rostro, no quería hacerlos sospechar.
Me senté, cene.
"Está muy buena la cena mamá" le dije.
"Muchas gracias hijo" y luego me sonrió.
Subi a mi cuarto, termine las cartas que habia empezado hace rato.
Las puse en la cama, tome una pastilla.
sentía como mi cuerpo se extorsionaba, me dolía.
"Ya no hay marcha atrás", pensé.
Caí al suelo.
Cerré los ojos.
Mi hermana sube y toca mi puerta, pero yo no podía oírle.
Mi madre busca la llave y abre, pero yo no podía verle.
Mi hermana grita, pero yo no podía oírla.
Mi madre y mi hermana me abrazan, pero yo no podía sentirlas.
Llaman a la ambulancia, pero yo no podía oírla.
Leen las cartas, lloran,
Pero yo no podía oirles.
Quiero abrazarlos, pero no puedo moverme.
Entra mi hermano, pero yo no podía verle.
Mi hermano grita, pero yo no podía oírle.
La ambulancia llega, pero yo no pude oírle.
Llevan mi cuerpo a la morgue, pero yo no podía verla.
Cortan mi estómago, pero yo no podía sentirlo.
Todo es negro ahora, esperaré a ver la luz blanca y volver a renacer.
Este error, nunca lo volveré a cometer.
- Bokkie.