14 años tenía cuando te conocí. A primera vista, solo vi a alguien muy lindo, pero mi timidez y manera de pensar no me dejaron saludarte esa noche en el cumpleaños. Solo mi mente dijo: "Ignóralo, no se va a notar que estás nerviosa". Pasé por tu lado saludando a todos menos a vos. Esa noche pasó lenta y rápido a la vez. Recuerdo pocos momentos, los más importantes para mí.
En la misma mesa nos sentaron, aunque éramos amigos del cumpleañero. Nunca te había visto antes; eras muy gracioso y divertido, el típico lindo con gracia. No me dejabas de mirar, pero hacías reír a todos, incluido mi hermano mayor, al que yo intentaba controlar, a pesar de ser la menor de mis hermanos. Siempre me sentí como la mamá de ellos.
No paraban de reír, y se me escapó una risa con un juego tuyo. No pude evitar reírme; fue mi primer error. No quería que sintieras que era igual al resto, que era de reírme por cualquier cosa. Tarde demasiado tarde... Recuerdo que contrataron a dos chicas para bailarle al Rodri, y yo solo podía mirar para ver si te gustaban. Solo pensaba: "Jamás voy a ser tan bonita como ellas".
Después salimos afuera. Yo no tenía amigos, solo mis hermanos. Andaba atrás de mi hermana mayor y me quedé hablando con un amigo de ella, Luis, solo porque me ayudara a despegarme un chicle que accidentalmente se me pegó en mi falda. Después de lograrlo, entramos y empezó el baile. Busqué refugio en unas sillas al final del salón.
Sola en un rincón oscuro, pero no parabas de mirarme mientras bailabas con otra. Y de repente, te vi caminar hacia mí, directo hacia mí. Te sentaste al lado mío:
— Hola, me llamo Josué. ¿Querés bailar?
— No, gracias, no me gusta. (No sé bailar; mi timidez no me deja salir de esta silla)
— ¿Me decis tu nombre?
— ¿Para qué querés saber cómo me llamo?
— Quiero saber tu nombre, solo eso, y me voy.
— Gabriela.
— ¿Tu nombre completo, por favor?
— Melanie Tanía Gabriela.
Y te quedaste sentado al lado mío, riéndote. Yo te pregunté por qué no bailabas con las otras chicas. En mi mente no entendía qué hacías conmigo si había 50 chicas más lindas que yo.
Después nos entregaron un souvenir a los dos y nos tomamos una foto con Rodrigo. Después de eso, me tenía que ir... Pero desde ese día, nunca te pude olvidar... 16 años pasaron desde ese día y te amo más que nunca.
Continuara...