Mi novio Ian y yo llevamos años juntos, somos una pareja bien consolidada, nos seguimos amando con la misma intensidad desde el inicio, pero ambos sentimientos que nuestra sexualidad se ha vuelto muy monótona y aunque hemos usado uno que otro juguetito, ambos creemos que necesitamos algo más. Por lo que, ambos llegamos a la idea de buscar un tercero para disfrutar de una noche, que solo será eso, una noche. Él no me quiere causar ninguna inseguridad después de ello, por lo que me ha dado el poder de elegir quien será esa persona.
Y aquí estamos, hemos venido a una fiesta con la intención de encontrar a esa persona...
-¿Has visto a alguien interesante amor? - me preguntó con cariño Ian
-Aun no cielo - resoplé, creí que esto sería más fácil.
-¿Quieres que te traiga una bebida?, te veo muy nerviosa.
Asentí.
Él fue a buscar algo para tomar mientras yo seguía observando.
De pronto se me acercó una muchacha bastante linda, era una rubia de ojos claros, parecía no encajar del todo en éste lugar, por lo que decidí seguir charlando con ella, era bastante divertida y espontánea.
De pronto puso su mano en mi rodilla y suavemente me acarició, yo estaba súper nerviosa, nunca había estado con alguien que no fuera Ian, menos con una mujer.
-¿Estás nerviosa Emilia? - me susurró al oído.
-La verdad es que si, sí te soy sincera jamás había estado con una mujer - le respondí honestamente
-Aprenderas, si quieres - dijo antes de posar sus labios contra los míos, poco a poco fue profundizando el beso, metió su lengua en mí boca y sentí como mis partes se humedecían.
-¿Puedo preguntarte algo? - me dijo de pronto
-Si, dime - respondí
-¿Has venido a buscar esto? - inquirió haciendome sonrojar, lo que para ella fue una confirmación.
-Mi novio y yo hemos venido juntos, ambos queríamos avivar nuestro amor, por lo que decidimos buscar a alguien que quisiera ser parte de nuestra cama está noche, él me dió la libertad de elegir a esa persona - expliqué siendo honesta.
-¿Y crees que esa persona soy yo? - pregunto
-Me encantaría que fueras tú - le dije dándole un repaso a su cuerpo con la mirada
-Aun no he visto a tu pareja - repuso de pronto
Alce la vista y noté que Ian nos observaba desde un costado, parecía agradarle lo que veía, ya que se trataba de ocultar el prominente bulto.
Le señale a Cristi donde estaba Ian, ella al verlo dijo que estaba bueno y que aceptaba ser nuestra elegida de la noche pero que primero quería unos segundos más conmigo, lo que sin duda acepté.
Ella me llevó hacía un lugar apartado mientras Ian nos seguía pero dándonos nuestro espacio.
Luego ella me tomo de la nuca y sin cohibirse me beso apasionadamente, una de sus manos fue recorriendo mi cuerpo sin premura,hasta posicionarse en mi seno, jalo la ropa y el corpiño hacía abajo, dejando libre mis senos, los cuáles sin dudar de mando directo a la boca, los lamió, mordisqueó y exprimió mientras yo no paraba de gemir, mientras ella se deleitaba con mi cuerpo yo tenía la mirada fija en Ian, quién estaba súper excitado tocandose la ingle sobre la ropa.
-Vamos a nuestro departamento - sugerí a Cristi, quien asintió y luego de acomodarme la ropa, partimos sin perder tiempo.
En cuanto llegamos a nuestro departamento Cristi volvió a tomarme de la misma manera mientras yo la guiaba al cuarto, de camino nuestra ropa fue volando y cuando nos depositamos en la cama ya estabamos completamente desnudas, Ian llegó unos instantes después también desnudo, él se coloco junto a nosotras para mirarnos hasta que se le permitiera participar.
Cristi no dejó un lugar en mi sin lamer, ni chupar.
-Ven, siéntate en mi cara pero dándome la espalda - ordenó, yo lo estaba haciendo medio torpe pero ella me acomodo bien.
Tenía me sexo empapado de mis fluidos, los cuales ella me chupaba, después me indicó que hiciera lo mismo con ella, para así hacer un 69.
-Yo nunca he chupado una vagina - le susurré con vergüenza
-Has lo mismo que yo a tí, y lo que Ian suele hacer contigo - aclaró
Pasé mi lengua por la ranura de su vagina, inmediatamente sentí como Cristi se estremeció, lo que me dió cierta confianza.
Profundicé mi lengua en su vagina, mientras con mis dedos separaba sus labios vaginales, succioné y mordisquie suavemente su clítoris para después tensar mi lengua y penetrarla con esta misma, luego intercambie mi lengua por mis dedos, mientras la desgastaba.
Cristi gemía y se retorcía de placer, de pronto sentí la mano de Ian pasar por mi espalda.
Me erguí en la cama al igual que Cristi, ambos esperaban mis órdenes, no querían que pensara raro, lo que me hizo sentir más confianza conmigo misma.
-Cristi, quiero que te arrodilles en frente de mi novio y metas su pene en tu boca, lo lameras y degustarás como hiciste con mi vagina. - ordené. No tenía idea de cómo había podido pronunciar estás palabras pero una vez dichas, así lo hicieron.
Ahora era yo quien observaba como le daban placer a mi novio, Cristi se metía el pene de mi novio en la boca, lo metía completo, lo chupaba y acariciaba con las manos. Ian no podía parar de gemir mientras me miraba a los ojos.
-Ahora Ian te penetrará mientras tú me das placer a mí - volví a ordenar sin saber de dónde sacaba esas ideas
Cristi inmediatamente se sacó el pene de Ian de la boca y se recostó de la cintura para arriba en la cama.
Ian se colocó un preservativo y poco a poco comenzó a bombear dentro y fuera de la vagina de Cristi, yo me senté sobre la cara de ella para que pudiera darme placer. Así estuvimos un rato hasta que cambiamos de lugar con Cristi.
Ahora era yo la que recibía las salvajes embestidas de mi novio mientras me comía la vagina de ella.
Así estuvimos un largo rato dándonos placer entre los tres hasta que pasaron unas cuantas horas y Cristi tuvo que marcharse, quisimos llevarla pero se negó. Tan sólo nos dejó su número para la próxima vez que deseáramos jugar con ella.
Ian y yo fuimos directamente a la ducha para refrescarnos pero terminamos teniendo sexo salvaje donde me empotró sin darme tregua.
-Muy buena elección amor. No sabes cómo me he excitado al verte hacer ese 69 - me calenté de solo escucharlo decir eso.
-A mi también me excitó ver cómo se comía tu pene amor - dije acariciando su ingle - A la próxima elegirás a un hombre para los dos.
Ian lo dudó al principio pero terminó diciendo que ya iba a ver.
Aunque mucho no tuvimos que ver, ya que a la semana siguiente él mismo buscó un hombre, hizo que me cogiera como él demandaba mientras Ian nos observaba y chupaba mis pezones. Luego aquel hombre le chupaba el pene y los testículos a mi amor, haciendo que gimiera muy fuerte, no duró mucho sus gemidos ya que me fui directa a su boca para absorverlos.
Y así cada tanto elegíamos quiénes serían los que nos darían una noche ardiente.
