En un mundo de miles de millones,
me pregunto si habrá alguien mejor,
aunque sé que nadie ocupará tu lugar
en mi corazón, donde aún duele tu amor.
Te pedí, supliqué, lloré,
me arrodillé, te rogué por un cambio,
pero cambiaste... para mal,
y el amor se fue desvaneciendo.
No sé cuándo me sentí amada por última vez,
pero me aferré a la esperanza,
esperando una luz en tu corazón
que te guiara hacia mí.
¿Por qué tengo que esperar a que cambies?
¿Por qué llorar, sufrir, arrastrarme
para que sientas lo que siento yo?
Si amas, ¿no cambiarías por amor?
No pido eternidad, pido verdad,
un amor que me haga vibrar,
que ilumine mis pupilas al verte,
pero en tus ojos no quedaba ya nada.
¿Tan poco importé? ¿Fue mi culpa o la tuya?
Pregunté mil veces, pero el silencio respondía,
y mientras me humillaba, me arrastraba,
tú seguías sin mirar, sin ver lo que sentía.
La persona de la que me enamoré
se esfumó como polvo en el viento,
y la relación que una vez tuvimos
se quebró en pedazos que ya no sostengo.
Te extraño, aunque sé que fue mejor así,
¿volverás algún día a mí?
¿O es el fin de nuestra historia?
¿No era el momento, o no eras tú para mí?