Me sentí reemplazada, si, lo sentí.
Aunque digas que no fue así, así me sentí.
Y sabes que es lo peor? Que a ti no te importó.
Te escribí textos grandes, te escribí poemas, estuviste en mí diario personal, tenés una larga historia en mí vida.
Pero aún así, no te importó.
Me dijiste q habláramos en otro momento, por qué en otro si podemos ahora?
Me gana la ansiedad, me destruye la angustia y el enojo me agarra de la mano.
Ya sabía que solo eras un idiota, un tonto, un pendejo, pero igualmente para mí eras muy importante.
Quizás el principal error de nuestra relación, es que eras importante.
Me dijeron que era hora de dejarte ir, pero yo no quería, no quería soltar tu mano por mucho que fuera lo indicado.
Lo pensé por años, meses, días, horas, pero igualmente te deje ir.
Solté de tu mano, deje tus riendas, me saque tu esposas, y ví, presencié como te ibas de mí vida poco a poco.
Esto pasó hace meses, pero aún te sigo pensando, en mí diario está tu nombre, en mis poesías vos apareces, en mí mente estás todos los días. Y aún así, no venís hacía mí.
Por qué será?
Vi instagram, encontré que te la estás pasando bien, vi en WhatsApp que ya me olvidaste, vi en todas la redes sociales que para ti, yo no soy nada y nunca signifique algo importante en tu vida.
Quizás el perderte me hizo pensar y hacerte más importante, no lo sé. Solo algunas veces pienso que quiero que vuelvas a mí, que podamos sentarnos y hablar de lo que sentimos, de lo que fuimos, de que pensamos del otro. Eso me ayudaría a quitar mí ansiedad, mí angustia y mí enojo.
Pero no apareces por esa puerta, y yo tampoco apareceré por la tuya.
