En un pequeño pueblo oculto por las montañas vive una mujer entrada en años, todos en el pueblo la conocen como la Dama.
Nadie sabe mucho de ella, ya que llegó un día de lluvia con una sencilla maleta y un gato atorado.
Han pasado treinta años de aquel día al principio la veían muy poco, raramente caminaba por las calles del pueblo, eso sí nunca negaba el saludo.
Su casa se encuentra ubicada en lo alto de una colina, lo único que se sabía que los antiguos dueños murieron en un accidente de auto en los sesenta y se desconocía de algún familiar hasta que apareció ella y se instaló.
La Dama tenía una costumbre arraigada que era salir a su jardín todas las tardes y leer un libro de color rojo.
Aquel pueblo de la montaña era de lo más pacífico y no pasaba nada trascendental, sin embargo cierta mañana del mes de Julio llegaron dos hombres buscándola.
Al llegar a la casa tocaron la puerta, no hubo respuesta esperaron unos minutos y escucharon un ruido dentro de la casa.
Los hombres sacaron sus armas, tumbaron la puerta y encontraron a la Dama tirada en el suelo del salón. Se acercaron lentamente a ella, le tomaron el pulso y aún seguía con vida.
Uno de los hombres marco un número para solicitar ayuda y el otro la levanto para llevarla al sillón.
- Tardaron, mucho en encontrarme - respondió ella con voz entrecortada - ya es tarde, pido perdón por todo el daño que cause.
La Dama murió en aquel salón de aquella casa donde vivió casi cuarenta años.
Dos días después al pueblo llego una noticia escandalosa y dejo sin palabras a los habitantes del pueblo.
La Dama del jardín era Violette Simmons una asesina serial, que fue buscada por la interpol todos estos años, el famoso libro que siempre traía era uno de sus diarios donde narraba las atrocidades de sus asesinatos.
También descubrieron que la casa de la colina perteneció a sus padres, ella tenía dos años cuando fallecieron y fue entregada a un orfanato, donde vivió hasta los dieciocho años.
Ahora nadie se acerca a esa área porque la consideran maldita, ya había pasado un año de la muerte de Violette y se cuenta que todos los días a las cinco de la tarde se ve una sombra pasear porr el jardín.
Algunos dicen que son las sombras de los árboles y otros los más religiosos que Violette Simons sigue pagando sus culpas por todo el daño que hizo en su vida y ahora está ardiendo en lo más profundo del infierno.
Fin
