Yo y Jhon habiamos sido inseparables desde nuestra adolescencia. Nuestro amor floreció en la escuela secundaria y continuó creciendo mientras ambos perseguíamos nuestros sueños. Yosoñaba con ser una escritora reconocida, mientras que Jhon aspiraba a convertirse en un exitoso empresario.
Un día, Jhon recibió una oferta que no podía rechazar: una oportunidad para trabajar en una prestigiosa empresa en el extranjero. Sabía que aceptar significaba alejarse de mí, pero también era una oportunidad para asegurar un futuro próspero. Con el corazón roto, Jhon tomó la difícil decisión de marcharse, creyendo que era lo mejor para ambos.
Estaba devastada por la partida de Jhon, me sumí en la escritura, utilizando mi dolor como inspiración. Prometí que algún día me vengaría de Jhon por haberme abandonado. Sin embargo, en lo más profundo de mi corazón, sabía que aún lo amaba.
Dos años pasaron y yo había logrado cierto éxito como escritora, aunque el vacío que Jhon había dejado seguía presente. Una tarde lluviosa, mientras revisaba mi correo, encontré una carta que me dejó sin aliento. Era de Jhon, quien había regresado a la ciudad y quería verme.
Confundida y con el corazón latiendo con fuerza, acepté encontrarme con él. Nos reunimos en el pequeño café donde solíamos pasar tardes enteras hablando de nuestros sueños y planes. Jhon, con una mezcla de nerviosismo y esperanza, me explicó que aunque había logrado mucho en el extranjero, su vida no estaba completa sin mí. Se dio cuenta de que su amor por mí era lo más importante y había regresado para corregir su error.
Escuchando sus palabras, sentí una oleada de emociones. La promesa de venganza que había hecho se desvaneció al recordar los momentos felices que habían compartido. Sin embargo, el dolor del pasado seguía ahí, y yo sabía que no podía simplemente olvidar lo que había sufrido.
Con lágrimas en los ojos, le dije a Jhon que aunque aún lo amaba, el dolor de su partida había dejado una cicatriz profunda. Le explique que durante estos dos años, había aprendido a valer por mí misma y había crecido como persona. Aunque deseaba con todo mi corazón estar con él, también sabía que debía protegerme del dolor que había experimentado.
Jhon, comprendiendo la profundidad de mis sentimientos, prometió que haría lo que fuera necesario para demostrarme que había cambiado y que nunca volvería a abandonarme. Le pedí tiempo para sanar y ser felíz, poco después me cambié de ciudad, cambié de número de teléfono y todas mis redes sociales,empecé de nuevo dejando atrás a quien más amaba...
