Han pasado los días, las semanas; y las horas siguen igual, no carecen de prisa ni de pauta, transcurren como siempre de la misma manera siguiendo ese curso interminable sin un fin, sin un tormento o una calma que la puedan cambiar o darse cuenta de lo mal que esta, pero no sucede así no hay transformación alguna que la haga cambiar de parecer como si fuera un tornado que arrasa con todo y a medida que pasa se vuelve más fuerte y más grande tomándose el espacio justo para continuar siendo el mismo.
El silencio va de su mano y se mueve a su compás, crece la penumbra en su misterioso andar, crece tanto que no se puede explicar, no hay como hacerlo solo se siente de una forma tan arrolladora que no tienes tiempo a reaccionar, no tienes tiempo a decir una sola palabra porque en él no existen y por tanto no tendrá piedad de lo que puedas decir, no te escuchara porque es su naturaleza el no escuchar y actuar en silencio sin ruido sin esperar.
Es tan feroz su envolver que aterra el pasar del tiempo y sin una voz que escuchar solo la tuya, solo el hablar solo y pensar que estas disfrutando a tope cada segundo como si fuera paz, como si fuera tu momento de tranquilidad, pero créeme no lo es, es suficiente unos minutos a solas para estar bien, para sentirte bien contigo mismo no el transcurso de intervalos no definidos y que crecen sin cesar, sin un botón que puedas decir detente ya, para ya, no puedo más.
Es así de ese modo cuando sientes que está en ti la soledad y que por mucho que le quieras hacer frente o evadirla no se va, sigue ahí esperando los momentos precisos para atraparte en su red y acabar poco a poco con tu paciencia y positivismo y arruinarte por completo.
Es tan despiadado su modo de actuar que desgarra el alma, la hace cuadritos, solo quedan pedazos sin saber cómo armarlos, comienza a inquietarse, a sentirse ansiosa, a sentirse inútil de no poder combatirla y solo tener que seguir soportándola pese al tiempo que sea, a las horas que pasen, a los días que se vayan y las noches por venir y pensar que estará en un nuevo día ahí, de nuevo junto a ti.
No tengo mucho que decir para ti tiempo, para ti silencio, para ti soledad simplemente solo me queda el decir que espero ser el despertar que nunca puedas olvidar.
