…¨¨BENDITA ALBA QUE ME DEJA VER TU LUZ
BENDITO OCASO QUE ME DEJA CONTEMPLAR TU EXPLENDOR BENDITO CAMINO QUE TE CRUZO FRENTE A MI¨¨…
Un nuevo amanecer, un nuevo despertar, una nueva alegría por la cual sonreír sin cesar, por la cual ser capaz de dar todo sin excepción de nada, de apostar cada paso que dé hacia ella arriesgando hasta el final aun con una penumbra de fracaso, pues es lo más grande que he tenido, lo más puro, lo más sincero que el destino ha podido regalarme. Es todo un vibrar de emociones por conquistar y mostrar a toda desnudes sin que quede nada por dar. Es un sentir que da placer y deseo tenerlo, abrazarlo y conservarlo para toda la vida. Pensaras que no es algo de creer pero es toda una realidad, es todo una verdad, es más que un sueño, mucho más; no hay comparación que la pueda alcanzar es como el mismo cielo pero más que inmenso, es como el mismo universo tan eterno pero más que infinito, es como la lluvia tan pródiga pero igual de intensa y saciable, así de especial es y cada día crece, se fortalece y se vuelve imperecedero incapaz de derrumbarse o volverse frágil. Es esa alba que te hace vivir, que te hace sentir un instante como si fuera a detenerse el tiempo sin pautas pero de prisa. Es esa brisa que toca tu piel con tal cautela que te hace estremecerte de un solo roce, de una sola caricia y se vuelve inolvidable tanto que te hace delirar de gozo y solo ansiar poseerla con tantas ganas hasta hacerte enloquecer de emoción. Es como ese latido imparable e incesante que no deja de palpitar, no se cansa, no se agota, no se detiene, está ahí latiendo tan velozmente que solo puedes dejarte fluir y escuchar lo que dicta dentro de ti; solo es el coexistir sintiendo tus agitaciones a tal punto que llores de alegría y te duela el cuerpo de sentir a tope los sentimientos más bonitos e intactos que puedas imaginar. Esa es mi aurora, una aurora que despierta en mi sensaciones inigualables, que me trasmite una paz que solo dios es testigo de ella, que me muestra un nuevo horizonte capaz de cambiarlo todo si así ha de ser, es sin pensar lo más bello que pueda llegar a mi lapso de tiempo en la tierra. Es el ocaso que quiero para mí, ese ocaso capaz de mostrarme con hechos lo maravilloso de existir, lo eterno de apreciar y lo más puro de amar y ser amando sin trampas, sin engaños, sin sufrir solo siendo uno mismo, haciéndonos feliz mutuamente, volviéndose mi necesidad y sacándome una enorme sonrisa de solo decir: existe y está a mi lado.