-Soy la jefa y lo sabes, mantenlo en mente, aunque no hubieras tomado todas esas malas decisiones yo hubiera tenido mejor vida.
Dijo Lineth mientras la tenía a sus pies y la miraba con una sonrisa en los labios.
-¡¡Solo eres una hija bastarda que gracias a mí pudiste llegar muy alto!! Pero recuerda que todo lo que sube, tiene que bajar.
-¿Por qué quieres mi vida? Tú eres una actriz reconocida, yo solo soy una catadora de vino en la familia Lancaster.
Rosalin, quien estaba en el suelo con el rostro inflamado por la cachetada que le había dado su hermana, se levantó y puso el rostro en alto, y le dijo...
-¿Solo eres eso? Eres la dueña del viñedo Sweet Wine, el viñedo más famoso del mundo, eres la bella esposa de George Albert, el hombre de ensueño de todas las mujeres, fuiste una cantante muy reconocida, y aún quieren que cantes, pero tu arrogancia no te deja, tienes tres lindos hijos y tú, TÚ eres la mejor catadora de todos los tiempos, TÚ eres la brillante hija de los Sinclair, TÚ eres el orgullo de todos, TÚ eres excelente en todo, nunca estás mal, siempre haces lo correcto, pero yo, ¿Qué soy? ¿Quién soy? Soy tu rebelde hermana mayor, a quién nunca quisieron, quien siempre está mal, la que todos esperan sea igual a ti solo porque nos parecemos un poco. Tú llegaste a mi vida y la arruinaste. Tú y tu madre son las causantes de todo esto.
Lineth, quien un día había admirado a su hermana mayor, solo pudo ver a bajo y reflexionar por breves momentos, luego vio a su hermana a los ojos y dijo.
-Debo admitir que tanto tú como yo hicimos trampa en este juego que se hace llamar vida. Yo hice que todos te olvidaran, y tú me jugaste una mala pasada haciendo que tú hijo, quien es el hijo de mi esposo, se hiciera pasar por el muchacho perfecto para mi hija menor, lo que ocasionó un gran revuelo en mi familia, lo que arruinó bastante mi reputación y la de mi esposo, pero debes admitir, que tú fuiste la que me pidió hacerme pasar por ti. Gracias a ti pude conocer a Albert, y pude convertirme en la señora Lancaster, gracias a ti pude conocer a mi verdadera madre y pude crecer en un hogar amoroso, gracias a ti, pude ser feliz.
Rosalin la vió y cambió su expresión, de una de rabia a una sádica y loca.
-Sabes, tienes toda la razón, merezco morir, y tú irás conmigo...
Rosalin agarró un fragmento de la botella de vino en el suelo, la empuñó y trató de apuñalar a su hermana...
-Rosalin, no tienes que hacer esto...
-Mi querida hermanita, esto es totalmente necesario, pero no quiero dejarte ninguna esperanza de vida...
Rosalin, quien un día fue el ejemplo a seguir de muchas niñas, empujó a su hermana por el balcón, para luego ella cortarse una de sus venas...
-Nos veremos en la próxima vida, mi querida hermanita...
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¿Quién es la verdadera villana?
¿Qué pasará?
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