Querida Isabel,
Espero que te encuentren bien y que el brillo de tu espíritu siga siendo tan radiante como siempre lo he conocido. Aunque nos separan muros y vigilancias constantes, quiero que sepas que no hay barrera lo suficientemente fuerte como para detener mi amor por ti.
He pasado noches enteras ideando un plan que nos permita estar juntos, lejos de las cadenas que tu familia ha impuesto y del destino que no elegimos. He encontrado un refugio, un lugar seguro donde podemos comenzar de nuevo.
Es en un pequeño pueblo a las afueras del condado en el campo, es un sitio tranquilo donde nadie nos conoce y donde podemos vivir en paz. Dentro de dos días exactamente, en la noche antes de la luna nueva, te estaré esperando en el jardín trasero de la mansión, cerca del rosal donde solíamos encontrarnos.
Será más seguro movernos bajo el manto de la oscuridad. Llevaré dos caballos y provisiones suficientes para el viaje.
Debemos ser rápidos y silenciosos, sin dejar rastro para que no nos sigan. Sé que esto suena arriesgado, pero no veo otra salida. No puedo permitir que te cases con Lord James, un hombre que no te merece y que nunca podrá amarte como yo lo hago.
Mereces ser feliz, Isabel, y yo estaré a tu lado para asegurarnos de que ese sueño se haga realidad. Por favor, asegúrate de llevar solo lo esencial. No podemos cargar mucho, y la velocidad será nuestra mayor aliada. Sé fuerte y mantén la esperanza, porque pronto estaremos libres de esta sociedad que impone sus absurdas reglas para controlar nuestras vidas.
No me engaño pensando que esto será fácil. Habrá peligros y dificultades, pero te prometo que enfrentaré cualquier obstáculo si eso significa estar contigo. Si alguna vez has confiado en mi amor, te pido que confíes en este plan. Nuestra felicidad depende de ello.
Lee esta carta con cuidado y destruye la inmediatamente después de leerla para que no caiga en manos equivocadas. Nadie debe saber de nuestro plan. Todo lo que quiero es tu seguridad y tu amor, y haré todo lo que esté en mi poder para protegerte.
Te ruego que creas en nuestro futuro juntos, lejos de las obligaciones y los compromisos impuestos. Imagina una vida donde somos libres para amarnos sin temor ni restricciones, donde cada día es una nueva aventura y cada noche es un refugio seguro.
Isabel, eres la razón de cada latido de mi corazón y el faro que guía mi camino. No puedo esperar a verte y tomar tu mano para comenzar esta nueva vida juntos. Hasta entonces, mantén tu corazón firme y tus pensamientos en nuestro amor. Con toda la devoción y el amor eterno,
Daniel
Extracto del libro: El Jardín de los Amores Prohibidos