— Es un mundo pequeño con grandes expectativas — decía mi madre. Todos esperan que hagamos aquello que ellos consideran lo correcto y algunas veces las opiniones incorrectas vienen de los comentarios más apropiados a la normalidad
Mi madre era una soñadora, tal y como lo somos todos en alguna parte de nuestra vida, decía que si hubiera podido volar hubiera huido de aquel lugar con aquellas personas que nunca la consideraron más que una loca con aires de desesperación, aunque solo eran sueños me decía luego de una noche de historias. “Son solo sueños” y la mayoría de ellos solo llegan a historias a medias y decepciones de vida
Mi madre también decía que era un alma libre, poco a mi parecer, porque pasar horas y horas en una cocina llena del humo de las y del ruido de las cucharas sonando entre ellas no era la libertad que uno esperaba y a pesar de todo aquello siempre que le preguntaban algo sobre su vida decía que era un espíritu aventurero. Decía que viajaba a diario, al principio me reía luego en la adolescencia me avergonzaba y después de un tiempo realmente me entristecía
Mi madre tampoco fue una mujer fácil, tenía su carácter como cada humano lo tiene. Ella tenía una lengua inmensa y cuando algo no le gustaba entonces lo decía sin más, sensatez le decía mi abuela a menudo, mi madre solo sonreía y meneando las caderas continuaba haciendo el café de las tres de la tarde, era agradable verla sonreí y mi abuela siempre lo decía
Mi madre siempre fue una mujer activa hasta el último de sus días siempre la vi como una hormiga retozando en su jardín de rosas mal sembradas, corría de un lado a otro a la vista del sol del mediodía con el cabello suelto, aquello siempre me hizo preguntarme que si no moría del calor aunque sabiendo quién era ella podría estar bien hasta debajo de una lluvia
Mi madre era perfecta, ni poco ni mucho ni demasiado, tenía la simpleza de una flor y el frescor de la primavera, la elegancia de una rosa y el candil de los brotes de verano. Mi madre era un destello y los destellos de alegría brillan siempre incluso cuando las luces se apagan y los ojos se cierran