En un rincón olvidado de la biblioteca, Clara encontró una nota amarillenta entre las páginas de un libro antiguo. "Te esperaré siempre aquí," decía, firmada por alguien llamado Luis. Intrigada, volvió cada día, leyendo ese libro una y otra vez, hasta que una tarde, un hombre mayor se acercó. "Ese era mi escondite favorito," dijo con una sonrisa. Clara levantó la vista, y en sus ojos encontró la promesa de un amor eterno, al fin cumplida.