En cada negación, crece el amor en mi pecho,
una fuerza indomable que no encuentra su lecho,
mientras más me niego a ti, más me cautivas,
pero algo impide que nuestras almas se unan cautivas.
Mis labios se sellan, mi voz se desvanece,
temo dar paso a lo que mi corazón desea,
tu presencia me inunda, mi ser estremece,
pero algo nos separa, una tristeza que no cesan.
Cada vez que te veo, mi corazón se acelera,
cada mirada tuya, una lucha interna se libera,
me enamoro en silencio, en esta prisión inconclusa,
y el deseo de expresar mi amor se vuelve profusa.
Pero algo en el destino nos mantiene distantes,
unidos en los pensamientos, pero separados en instantes,
quizás son las circunstancias, un camino incierto,
que nos obliga a ocultar este sentimiento abierto.
Aunque me niegue a admitirlo, mi amor por ti es infinito,
un fuego que arde y no se apaga, un anhelo bendito,
puedo ocultarlo en palabras, en suspiros sin eco,
pero en mi corazón, tu presencia es un tesoro.
Así que, mientras más me niegue, más profundo se hace,
este amor que en silencio crece y se deshace,
esperando un día en que nuestras almas se liberen,
y podamos vivir este amor sin barreras que nos impidieren.
Hasta entonces, me quedaré en silencio, amándote en secreto,
guardando cada momento como un tesoro incompleto,
y aunque no pueda expresarlo, sé que en mi corazón lo sabrás,
que mientras más me niego, más mi amor por ti avanza.