Mis amigas y yo nos encontrábamos en un club nocturno, bailabamos al ritmo de la música mientras bebíamos unos cuantos licores, el ambiente de aquel lugar era increíble, tenía demasiado tiempo que no salía a lugares así, pero el buen ambiente se arruinó cuando llegó un grupo de chicos a acosarnos.
Uno de ellos derramó uno de los licores sobre mí y salí rápido a los sanitarios sin decir una sola palabra, estaba completamente enfadada, mis amigas iban detrás de mí pero les pedí que no me siguieran, esos chicos habían arruinado la noche, mi vestido nuevo se habia arruinado, aquel chico me siguió y jaló de mí antes de que pudiera entrar a los sanitarios.
"¿Me recuerdas?" "Jugabas conmigo cuándo eras una niña"
Intentaba recordar pero me distraje cuando me tomó de la mano y me pidió que saliéramos de aquel club nocturno, no tuve tiempo de negarme pues él se encontraba tirando mi de mano para llevarme hasta la salida, estando afuera pude ver bien su rostro, era un chico demasiado lindo y comencé a recordar su rostro en algunos recuerdos de mi infancia.
"Te extrañé demasiado durante todo este tiempo" decía para luego sentir como me besaba, besaba tan bien que me sentí en confianza al estar con él y pronto recordé su nombre "Edu".
Estaba todo oscuro y nos seguimos besando, tenía algo que me hacía seguir besandolo, pronto nos fuimos a mi casa y continuamos con la intensidad de conexión que teníamos, pasamos la noche juntos y lo disfruté. A la mañana siguiente él ya no estaba, "Búscame en tus recuerdos, por qué ahí es donde en verdad estaré" decía la carta que me dejó sobre la mesa. Revisé mis mensajes de texto y tenía cientos de mensajes de mis amigas preocupadas por mí, apenas estaba por contestar cada uno de los mensajes cuando llamaron a la puerta, intuía que era él pero no fue así, eran mis amigas quienes entraron de golpe y me cuestionaban sobre mi ausencia después del incidente.
Les conté que ese chico me había seguido tras el incidente y había pasado la noche con él, "Edu era su nombre" les dije.
"¿Te siguió, quién?" "Ese chico se quedó bailando conmigo toda la noche cuando te habías ido al sanitario, era mi amigo de la preparatoria. Al escuchar lo que decía una de mis amigas comenzaron a reírse, "¿Edu?" "¿Tu amigo imaginario de la infancia?",dijo otra de mis amigas, sencillamente no entendía lo que estaba pasando.
"¿Amigo imaginario?" Repliqué. "Sí, cuando éramos pequeñas, jugábamos en tu habitación y no parabas de hablar de un tal Edu e incluso hablabas con él como si en verdad existiera, nos lo describías como un niño de ojos marrones claros, blanco de piel y cabello castaño" decía una de mis amigas.
Era verdad, la descripción de mi amiga coincidía con la apariencia de Edu. Después de la revelación de que "Edu" era en realidad un amigo imaginario de la infancia, me sentí abrumada por la mezcla de emociones. Aunque inicialmente me sentí confundida y avergonzada, decidí abrazar la idea de que tal vez "Edu" era más que solo una creación de mi imaginación. Pero todo cambio un mes después al enterarme que estaba embarazada.