Las marcas aún se ven,
aunque el dolor ya no se sienta.
Quizás no lo sepas,
pero dejaste heridas profundas,
que cicatrizaron con el tiempo.
Los rasguños en el cuerpo,
se volvieron líneas eternas
y aunque apenas se vean
las siento arder en todo momento
como si se abrieran con un soplo,
como si florecieran con el viento.