Supe que sería mi último tren, pero este sería sin ti, aún recuerdo la promesa que nos hicimos cuando apenas teníamos ocho años.
"Viajaremos juntos, nos subiremos a ese último tren", yo te miraba confusa, no sabía a lo que te referías:
—¿Es una promesa? — pregunté, ilusa. —Es una promesa
Ahora aquí a punto de abordar y tú no estás conmigo.
Ahora tienes un trabajo, una familia en que invertir tu tiempo, ahorros, vida.
Ese día en el hospital fue nuestra despedida. Recuerdo que toqué esa melodía que había compuesto pensando en ti, luego supe que solo era una mala jugada del destino. ¿Cómo dos personas que se amaban terminaron así?