"Recuerdos" esos buenos y esos malos, son solo memorias que con los años se pierden mientras sigues viviendo una vida feliz. "Yo quieto esa vida feliz"
- la tienes - dice mi mente.
" no, no la tengo. Si la tuviera no estaría llorando, no dolería tanto, no quemaría" respondí " ¿puedo estar bien así? Cada día me siento mas debil"
Solo se que tengo que seguir, seguir ese camino recto, incluso si estas llamas en mi pecho me consumen por completo. Incluso si esos recuerdos olvidados luchan por ser recordados.
Sigo en esa oscuridad, tan densa que no puedo ver nada a excepción de mis manos rodeando la vela que se está a punto de extinguir. " ¿seré feliz si te apagas?" Pregunte.
-esa vela puede ser tu vida- respondió la mente.
" pero puedo ser feliz" respondí, acurrucada en la oscuridad.
Ya no quiero llorar, no quiero sufrir por cosas que no recuerdo. Recuerdos olvidados que ni siquiera mi familia sabía que tenía. Aún recuerdo nuestra reunión familiar:
Ellos me decían cosas y yo respondía con un "no recuerdo" al final solo me dijeron "ha, pero voz no recordas nada, te saltarte toda la película" y yo solo sonreí.
Recuerdo esas palabras que me dicen y lastiman.
- no lo dicen para lastimar- dijo la mente.
" lo se" le respondo siempre, pero me lastiman.
"Ya deberías recordar, pasaron años, deberías estar mejor" dicen...
" lo se" lloro. Yo también quiero recordar, yo también quiero mejorar.
No quiero llorar por siempre. tener que tocar mis brazos llenos de cicatrices echas por el compás cada ves que me duele el pecho, solo para saber que ese dolor no es solo mi imaginación, eso duele más que los rayones que me hago en el cuerpo.
Duele más sus palabras de " ya mejora, deja de ser mañosa" que todas las sicatries que tengo en los brazos.
Ya no veo el mundo como antes, cada vez que estoy en un auto todo se transforma, parece más bello, más pacífico. Es como un sueño, donde abro la puerta del auto en movimiento y todo desaparece, para despertar con la mono levantada, diciendo "tu elige"
" quiero que esa vela se apague" dije
-yo no quieto que lo hagas- dijo mi mente.
" siempre me quieres detener" le sonreí " pero, por desgracia, eres el único que lo intenta" respondí, estando a sentimetros de esa pequeña vela derretida en el suelo.
Solo tenía que soplar, no parecía tan difícil de aquella hermosa ilusión, no, no era diferente.
- ¿los vas a abandonar? -pregunto la mente- a tu familia-termino de decir, triste.
"Ellos nunca me necesitaron" respondi, para soplar la vela.
Sentí el viento, una caída y por último la sensación del mar. Era como caer al agua, ya no sentía nada, todo estaba calmado... y poco a poco... vi la luz del sol con los autos a mi alrededor, alejándome poco a poco... hasta caer en el sueño más feliz que tuve.
Mamá me abrazo, con todas sus fuerzas, ella me abrazaba con todo... mientras lloraba... ¿Por qué lloras? Estoy bien, estoy feliz, lo estoy, porque estoy aquí contigo. Y le di un beso.