Ah… Quien lo diría, que alguien como yo, estuviera tan loco por alguien como tú.
Impensable, cuestionable, incomprensible sí, es que eres incomprensiblemente tú.
Sin embargo, ¿a qué va esto? Aún no lo sé. Se lo que siento y tú lo sabes también, creo que lo sabes mejor que yo.
Pero, ¿y tú? ¿Qué sientes? ¿Qué piensas? ¿Qué buscas?
Entre risas y entre lágrimas, una y otra vez te exprese todos mis sentimientos sin guardarme uno solo para mí. Sincericidio le llamo siempre a eso, pero es inevitable, yo soy así.
No, en realidad ya no se cómo soy, ahora no lo sé. Por ti lo he dejado todo; aquello que me daba una identidad, para así, tomar la identidad de aquel que te ama más que a nada. Es una tontería, ¿verdad?
Sin ver tu rostro, sin sentir tu piel, sin estar contigo... Tan sólo saber que existes bastó, tan solo he oído tu voz y sentido tu cariño.
Como aquel ciego que se enamora sin saber de quién, pero sintiendo en su corazón más claro y fuertemente que alguien que puede ver.
Así es el amor supongo. No es agradable, no es divertido. Pero es tan hermoso y complicadamente doloroso a la vez. Ni sé que digo; Tú me tienes así...
Es incomprensible, me enamoré de ti sin saberlo, sin esperarlo y sin quererlo.
¿Y tú? Bueno, no es que tenga mucho que decir, supongo que me quieres… ¿O no? Posiblemente sí, de hecho sí. Pero, ¿en qué sentido? ¿En qué medida y por cuánto tiempo?
Preguntas absurdas que me inundan la mente, ahogan mis sentidos y llenan mi corazón de dudas.
¿Por qué te quiero a ti? Tan precisamente a ti, tan seguro y sin dudar.
No lo sé. Una pregunta tan clara y certera que no tiene respuesta razonable o cuestionable. Sólo sé que te quiero.
Es absurdo, lo sé... Pero es algo que me caracteriza mucho, soy absurdo, y me ilusiono con facilidad, aunque llevaba tiempo sintiéndome libre de estás emociones que no me gustan tanto.
Claro, no es que no me guste el amor, pero no me gusta sufrir por él.
¿Y tú? Me haces tan feliz y triste a la vez. Una explosión de emociones diversas, colores y sabores, duda y certeza, agrio y dulce, blanco y negro. Todo escrito con la misma tinta.
Eres el ángel que vino a salvarme y a su vez, el demonio que viene a castigarme.
¿Qué eres en realidad? Eres todo lo que quiero. ¿Qué quiero que seas? Quiero que seas todo para mí, yo te quiero en mi vida, en mis días y que mi amor sea sólo para ti.
¿Qué quiero ser para ti? Quiero ser la persona que quieres que sea, y quiero ser la persona a la que ames.
Incomprensiblemente... Quiero ser todo para ti, como tú lo eres para mí, sabiendo que esto no es posible, sabiendo que es algo distante, sabiendo que quizás no sucederá.
Lo único cierto entre toda esta incertidumbre, es que te quiero, más de lo que debería quererte, más de lo que puedas pensar… Más de lo que quisiera.
Y si me preguntan: ¿Qué sientes por ella? Siento todo por ella, es mi respuesta; ¿Qué dejarías por ella? Dejaría todo por ella; ¿Qué harías por ella? Hay pocas cosas que no haría por ella.
Pero muchas son las que si haría. Todo por ella.
¿Sí lo ves? Es incomprensible.