¡Locura!, ¡Loca!, ¡fenómeno!... Le decía a mi reflejo, pero ¡que bella!; pensé mientras observaba cada detalle de mi físico, de pronto algo me distrajo y cuando votee a ver el espejo nuevamente; su sadica sonrisa y rostro sombrío y una mirada tan profunda que era difícil de descifrar me veía, como si hipnotizada estuviera cubrí mi cuello con mis dos manos y comencé a ejercer presión.
¡Detente!; Me dije una vez que recobre la razón y tomando mi brocha de maquillaje comencé la transformación, pinceladas por acá y pinceladas por allá. Cuando me percate en vez de maquillaje tenía acrílico en el rostro; rojo, azul, verde, negro y blanco... Un monstruo me veía, me levante y lavándome el rostro volví a mi silla.
Una mirada tierna me seguía, ví bien el reflejo y entendí que era yo, solamente dejando volar mi imaginación. Sonreí para mí y pensé; ¡joder, sí que sería buena actriz! Y riendo dije: si es cierto, ya soy actriz. Loca voy a quedar si sigo practicando aquí.