El camino estaba oscuro,los grandes árboles impedían que los rayos del sol penetrasen en el interior del bosque. Pero ahí tenía que estar yo, esperando a ese muchacho; me dijo que me iba a regalar aquello que yo más quería, ¿ Podrá leer mi mente? No lo creo, lo que yo más quiero ningun ser humano me lo podría dar, eso sería como hablar con el viento, sería como ver el rastro de un águila por el cielo, o el raptar de una serpiente en la roca, es imposible de saber, es imposible de ver; pero no es imposible de querer pues aún así lo quiero, lo anhelo, lo deseo; por eso estoy aquí ¿ Y si yo estoy equivocado? Pienso de vez en cuando, ¿ Y si por alguna casualidad me lo puede dar?, pensaré que es imposible, pero más bien es improbable, ¿cuantas veces ví volar águilas en el cielo?, creo que la misma cantidad de veces que ví serpientes en la roca. Tengo dudas, creo que es normal, tengo miedo a errar, pero así dice el dicho, errar es de humanos, pero, ¿ Aún sigo siendo humano desde aquel día? ¡ Ya me lo dirá el muchacho!