Había pasado 10 años desde que me fui de Londres, ahora me tocaba volver. Cuando llegué los sentimientos eran inexplicables entre euforia y tristeza, más aún cuando al principio no quería irme y como es la vida que por casualidad o destino, o el destino sea casualidad, una semana después de mi estancia en Londres donde mis padres me recibieron felices, me llegó una invitación para un reencuentro con nuestros colegas de promoción de la escuela.
Cuando recibí la noticia casi me caigo para atrás, no quería no podía, porque seguramente estaría él, a quien temía encontrar..., a la razón de haber huido de mi país, el..., Adams, un amor de juventud.
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Mi corazón estaba desbocado ya no podía evitarlo estaba en la fiesta, saludaba nerviosa, al final Raquel mi amiga con la única que mantuve contacto me convenció, que puedo decir, soy alguien fácil de comprar..
Diana estas muy hermosa, las palabras de adulación reventaban mi cabeza, no me malinterpreten a que mujer no le gusta que le digan lo bella que es, pero eso a mi dejó de importarme, de hecho odiaba que me dijeran eso, porque mi cuerpo empezaba a temblar como ahora y mis ojos se movían cual brújula, hasta tropezar torpe, mi cuerpo se balancea y ya venía venir la vergüenza y la burla pero unos brazos me sostuvieron, cuando levanté la vista supe que era él. Eres tú... susurró tan delicadamente sobre mi cuello, ¡Oh lo había olvidado!, Raquel me sugirió un vestido con escote, mis hombros estaban descubiertos y pude sentir su cálido aliento erizar mi piel. Traté de huir lo juro, pero fue imposible, el parecía insistente, Adams James, era muy guapo, listo, era perfecto al menos para mí quien solo podía verlo desde las sombras sin conocerlo a fondo pero no importa, alguien como él que defectos podría tener, o en todo caso que perturbaciones.
Mi amiga quien debería ser llamada enemiga, apoyo al ilustre chico de esmoquin negro a mantenerme en la pista de baile, ella no entiende el peligro, fui torpe para bailar y no era porque no bailara, bueno ahora quizá no sepa hacerlo, pero si lo sabía, amaba bailar, pero temía hacerlo, estaba pendiente de la puerta durante el baile,es tonto creer que el amor es más fuerte que el miedo, el miedo te vence como ahora, estaba tan asustada de ver arder todo otra vez frente a mis ojos, que no escuche a mi acompañante decirme que...¿qué me ama?.. eso es imposible.. suelto una risilla nerviosa, vuelvo a preguntar que dijo y el con sus labios tan delicados volvió a responder que tanto verlo hablar así, me relajo un poco y le digo con más confianza, tu amor es injustificado, el no me conoce o al menos no lo suficiente. Yo lo observaba en su máxima perfección en la escuela, pero nunca me atreví a hablarle y menos luego de que como adolescente dramática,salga huyendo del país, desearía no haberlo hecho, al verlo besarse con Charlotte, compañera de clase, quien justo ahora, ummm.. que gracioso está casada, era mi enemiga en la adolescencia, si supiera Adams cuanto veces peleé por su amor, lo amé por esa inocencia, pero el... ¿por qué podría amarme?, su respuesta me dejó más avergonzada y roja, un pajarito me contó que me amabas desde siempre,susurró, ok, amar suena muy fuerte, gustar seria correcto, asentí algo nerviosa, pero nunca me has conocido como tal, si tu me amaste sin conocerme por que no darme ese derecho también a mí, eres hermosa,titubie, pero seria algo descarado decir que te amo por lo bella que eres, el amor viene de la magia del corazón, de sentirse lleno, completo y satisfecho y eso he sentido contigo, yo también te amé y te amo desde que te conocí, ¿Diana acaso no recuerdas quien soy?, sus palabras solo me confunden, niego.
Adams me saca de la fiesta y me lleva a un parque no muy lejos de la fiesta rodeado de arbustos, nadie nos vería ni interrumpiría ahí o al menos eso espero. Se acerca a mi y jura contarme la pura verdad y la evidencia, mi mente vuela y divaga en esos recuerdos que no son míos ya no pueden ser míos por una simple razón perdí la memoria y lo perdí a él,un video de nuestra niñez donde Adams me toma de la mano y promete no solo amarme sino casarse conmigo, fotos de los dos siendo felices, estoy confundida pero también siento que puedo entender, porque mi enamoramiento a primera vista. Él toma mi mano y la besa, me cuenta,nuestra historia, como aquel accidente donde el se siente culpable terminó haciendo que sus padres le prohibieran verme y a mi con pérdida de memoria a los 10 años, mis padres preocupados por las represalias de la familia de Adams decidieron colaborar separándonos. Adams apretaba los puños,y continuó diciendo que al crecer y en la escuela no me reconoció, cuando te vi fue como sentir una oleada de emociones pero las ignoré, siempre me sentí leal a tí, hago un puchero inconsciente al recordar su beso con Charlotte y el añade, bueno... hubo una vez en que ocurrió algo que no pude controlar, ¿recuerdas a Charlotte?, vaya hablaría de eso, me puse nerviosa y le dije que no era necesario pero el quitó mi dedo de sus labios y acercó la palma de mi mano a su rostro, es necesito mi amor si vamos a comenzar de nuevo, para mi es inadmisible ocultarte algo, déjame decirte la verdad en todo sus matices, el día del baile de graduación aquel día definitivo, cuando bailamos mágicamente, cuando descubrí quienes eran tus padres y ellos y yo nos reconocimos, supe que todo el tiempo esa astilla en el corazón al verte u oírte era por algo, acepté mi amor, el amor es simplemente inexplicable solo se da... y se dio, y cuando corrí para confesarte mis sentimientos Charlotte se atravesó en mi camino no entendí en absoluto sus intenciones hasta tenerla besándome, fue de sorpresa, eso sí, me sentí miserable, muy culpable, la aparte hasta empujarla cayendo al suelo pero en ese momento me di cuenta que fue mi absurda amabilidad que me llevó a eso, esa mujer se robó lo que se supone sería para ti y para mi nuestro primer beso, Adams, susurré pero el beso la palma de mi mano, nunca me dijiste tu apellido como iba a encontrarte, por eso ahora quiero saber todo de ti, se sonrojo con sus palabras, yo estaba nerviosa, así que esto era la verdad, pero era extraño, confundida pregunté, lo que no debía preguntar, ¿por qué no fuiste a buscarme?, le consulté y toqué una fibra muy importante para el, estoy segura, el sonrió irónico mirando a la luna y me observó con sus ojos bellos ojos azules, bueno.. para explicar eso debo y se puso de pie tomándome por sorpresa, solo pude susurrar su nombre al ver que empezaba a quitarse la ¿camisa..? Por inercia cerré los ojos y desvíe la mirada, no es gracioso dije entre dientes, y el algo sarcástico me aseguró que si me seguía cubriendo los ojos entonces no sabría la verdad, no entendía su misiva así que lentamente quite mis manos que cubrían mis ojos, a la par que los abría y dejaba de apretar los labios, sentí ahogarme al ver su cuerpo, el miedo aquel que ignoré por minutos volvió, su hermoso torso estaba cubierto por una cicatriz, E.R. mi piel se erizó y temblé, él lo notó y me tomó la temperatura, estaba helada, de nuevo observé los arbustos y nada, respiré pero me era imposible calmarme, Adams acarició mi cabello y me hizo mirarlo, piensa en mí, solo en mí, sonreía al decir eso y yo asenti, tomé su mano y me apoyé en su hombro, lo sentí tan cálido, olfaté su olor natural y mi cuerpo se estremeció, por alguna extraña razón me sentía a salvo en su calor, quedé en coma Diana..., todo ocurrió tan rápido, abracé más fuerte su cuerpo, unos tipos detuvieron mi auto y me bajaron de el cuando te seguía al aeropuerto, me golpearon hasta dispararme aquí, señaló su pecho y yo toqué esa parte de su piel se sintió áspera, no te busqué porque desperté a penas hace una semana, vaya el tiempo que estaba en Londres, mi cuerpo despertó solo cuando el alma regresó, volviste y sentí que mi alma regresaba a mi cuerpo, no importa cuanto lastimen al cuerpo, el cuerpo es solo el contenedor del Alma quien sea que haya querido matarme no puede hacerlo porque mi alma vive, ella le da sentido a mi vida, no importa cuanto me lastimen si tu estés aquí, entonces yo viviré, lo abrazo llena de nostalgia, todo había sido un malentendido, una injuria, el destino que quiso separarnos.
Te amo... me abraza por la cintura mientra repite sus sentimientos, no son palabras porque oír decir esos de sus labios son dulces caricias para mi corazón.
Diana ¡no te vayas, no me dejes!, observo nuevamente a mi alrededor, no hay nadie, lo observo sonrojado y con el rostro en mi regazo, no lo haré mi amor.. y el sonríe y yo lo hago con él.
El busca mis labios yo las ofrezco sin protestar no me permito pensar en el después, sino en el ahora, para eso habría tiempo, ahora se que Adams es el amor de mi vida, a quien le debo todo.
Nos besamos tan sedientos del otro, tan deseosos de más, y ninguno de los dos está dispuesto a negarse, sus labios arden sobre mi piel, el besa tan dulcemente mi cuello,,mis piernas aprisionan su cuerpo acercandolo más, los gemidos se hacen cada vez mas intensos y prolongados, acaricio su cabello, el desabrocha mi vestido dejando al descubierto mis pechos a los que saborea sediento y tratando inútilmente de ser paciente, le digo que no se contenga y el obedece, sus jadeos son tan profundos, siento como si él hubiera esperado esto por mucho tiempo, baja cada vez más mi vestido y ya no hay nada cubriendome, se desabrocha el cinturón y empieza a introducirse dentro de mi, moviéndose lentamente, debo fingir, el piensa que es mi primera vez, y no lo es, lloro no por sentir dolor, lloro por lástima y por pena, lo beso para transmitirle mi más profundo perdón.
Terminamos exhaustos, estoy recostada sobre su hombro y me siento feliz pero no le permito ni me permito descansar, era hora de huir, debemos irnos le aseguro, él se sorprende, hay un secreto que no puedo decirle ahora no se como actuaría, él se niega y yo le insisto mientras me visto, el hace lo mismo le aseguro confesarle la verdad pero debía hacerme caso, lo hace no muy convencido pero lo hace y me tranquiliza.
Ya en mi casa sacó mis cosas rápidamente en una maleta, mis padres salieron así que fue fácil, le dije a Adams que estaría bien y que fuera a empacar ropa, lo necesario nos encontraríamos en la puerta de mi casa, lo espero, parece demorar no llega, observo un auto negro, debe ser el, después de todo es un niño rico, rio para mi, corro ansiosa y pronunciando su nombre pero la puerta se abre y no es él sino él... ""Eliot Rosso" mi-i...mmi es.spo-sso.. me asfixio, retrocedo pero caigo al suelo y gateo viendo el pomo de mi puerta entreabierta como una luz muy radiante, un camino de salida, cuando estoy cerca de tomarla, siento aquellas manos atroces tocar mi pie y jalarme veo como cada vez estoy más lejos de la luz pero más cerca de él, y él sonríe, miego fervientemente acercarme pero ya estoy en sus brazos... empieza a decir mi amor.. y siento luego como su lengua lame mi mejilla y como sus dientes muerden mi piel, lo odio, pero no puedo escapar, hueles a otro hombre, su voz suena como témpano de hielo, niego fervientemente pero mentirle es inútil, me mira y dice, espero que no sea él y trago saliva, le ruego pero Eliot no entiende de razones, me sienta en el capó del auto y empieza a besarme, trato de empujarlo pero es inútil, me toca todo el cuerpo, mis pechos son un juguete para él o un saco de box como los que usa, los aprieta con toda su fuerza, me toca de un modo asqueroso, estamos en la calle, gritó pero me calla con un beso hasta sentir la voz de Adams detrás mío, y siento mi mundo derrumbarse, estaba enojado, desquiciado, sería correcto, había gritado con todas sus fuerzas que me soltara, Eliot lo hizo pero se burlo al ver a Adams,me tomó fuerte de la cintura y confesó que soy su esposa, pobre de mi querido Adams, lo vi derrumbarse y maldecir, no se como hice pero me liberé del agarre de mi esposo y corrí a abrazar a Adams no esperaba que me correspondiera pero lo hizo a última instancia, Eliot lanzó injurias pero le dije a Adams que no le prestara atención pues estas serían mis últimas palabras para él, seguramente, me dirigí a Eliot quien ya venía a mi encuentro y le dije que me iría con él pero que me diera tiempo.
Triste y agonizante me despedí de Adams, te amo le susurre, te amo pero no podemos estar juntos, esto es más difícil de lo que imaginas, voy a proteger a los que quiero a cualquier costo, por eso debo irme, acaricié su sedoso cabello color noche y escuche a Eliot estornudar, debo irme, vas a abandonarme de nuevo, las palabras de Adams sonaron afirmativas y cargadas de enojo, no escuché lo último que dijo pero solté su mano y caminé hasta Eliot, adiós susurre y tomada de la mano de mi repudiable esposo caminamos hacia el auto.
¡No te atrevas a tocarla! Adams dio un grito y...
¡BANG!; ¡PAM, PAM!..
Fue lo último que escuché, era el sonido de un arma, no entendía quién lo hizo, pero mi preocupación viajó a Adams y decidí con miedo voltear pero antes de hacerlo mi mano y mi cuerpo sintieron una fuerza atraerle al suelo, sostenía a aquello que quería caerse y lo vi, Eliot tenía sangre en la boca, el esposo que estos años se había convertido en mi verdugo, en un esposo obsesivo, abusivo, compulsivo y controlador, él estaba demente pero su demencia parecía apagarse, lo último que escuché de sus labios fue te amo... solté conmocionada su mano y su cuerpo calló pesadamente sobre el asfalto, horrorizada me llevé la mano a la boca y volteé sigilosamente hacia el culpable, era imposble, era simplemente inconcebible, Adams, mi Adams, el chico perfecto el sueño de todas, quien se supone es el héroe y el bueno, estaba frente a mi con el arma aún caliente en su mano y una sonrisa lunática.
— ¡Listo, ahora no vas a dejarme..!
Fin.