Palabras sueltas. Sin sentido. No se que tengo en la cabeza. Me da vueltas una idea, otra idea, muchas ideas. Ideas locas. El relato de mi vida. Los últimos acontecimientos. No sé qué escribir. Tantas ideas de cómo seguir escribiendo mis novelas. Tengo todo ahí, al alcance de mis dedos. Pero me invade la angustia y se vuelve todo oscuro. Pensamientos dando vueltas y vueltas. Todo gira hacia cualquier lado. No sé ni siquiera cómo organizar mis pensamientos. Lo digo, lo pienso, lo hago, no lo hago. Sin pensarlo, sin hacer nada. Derogo a mi subconsciente la capacidad de raciocinio. Pero entonces ya no soy yo. ¿O si lo soy? ¿Soy consciente o es mi inconsciente el que se apodera de mí? Hago lo que puedo con las herramientas que tengo al alcance de mis manos, pero no busco mas allá. Me da miedo ir mas allá. De nuevo me siento sola, vacía, sin sentido. Otra cosa mas en qué pensar. Y sigo sin entender qué, cómo, cuándo, dónde, porqué... Si supiera ordenar mi cabeza, podría volver a escribir algo que tuviera sentido. Pero acá estoy, desprolija, desgastada, desganada, con miedos, con mi mente completamente hecha un desastre. Pienso y pienso, y pienso, y pienso, y otra vez pienso... Todo es un desastre. Un verdadero desorden.