Marta y Pablo habían estado casados por muchos años, y querían revivir su pasión.
Decidieron organizar una cena romántica en casa, con velas y una botella de vino.
Mientras cenaban, Pablo comenzó a acariciar a Marta y le susurró al oído lo hermosa que se veía. Marta se sintió halagada y se dejó llevar por la pasión.
Después de la cena, se retiraron a su habitación y comenzaron a besarse con pasión. Pablo acarició el cuerpo de Marta, quien se estremeció de placer.
Luego, se penetraron mutuamente, experimentando una conexión y amor profundo.