Andrea y Alejandro habían estado juntos por varios años, pero nunca habían experimentado algo como esto. En su viaje de vacaciones, decidieron pasar un día en la playa. Mientras tomaban el sol y se bañaban en el mar, empezaron a sentir una excitación creciente.
Finalmente, no pudieron resistir la tentación y encontraron un lugar tranquilo para tener relaciones sexuales en la playa. Se besaron apasionadamente, y Andrea comenzó a acariciar a Alejandro.
Luego, se quitaron la ropa y se entregaron al placer. Con el sonido de las olas y la sensación del sol en sus cuerpos, experimentaron un nuevo nivel de conexión y amor mutuo.