Me hace tanto mal pensarte y no tenerte, suena en los auriculares a todo volumen sacándome de la lectura por completo. De nuevo, como con un imán, mi mente te trae al pensamiento. Y vos me das lo que hace falta... Vos me hacés tanta falta. ¿Tanta razón podía tener aquella canción, escrita hace tanto y tan ajena a mí? Es tan ajena a mí, a vos y a nosotros, a nuestra situación, a lo que siento por vos. ¿Cuánta razón puede tener? Toda la que le estoy permitiendo. ¿Cómo podía encajar a la perfección en lo que hay entre nosotros? O lo que no hay, mejor dicho, en lo que no decimos, que parece tácito entre nosotros, el gris del que no hablamos, porque no querés, porque no queremos matar eso que tenemos, que vive de una forma que no podemos explicar, que no queremos explicar y que no nos hace falta explicar. Pensarte y no tenerte resuena una y otra vez en mi cabeza aunque la canción ya haya cambiado hace un rato, pero no puedo volver, no puedo separarme de vos, de quién sos, de lo que me hacés sentir, de lo mucho que te quiero. Pienso en vos, en como me mirás frente a todos y en como me mirás cuando estamos a solas. En esa sonrisita cómplice que me mostrás solo bajo el abrigo de mi habitación, de la oscuridad. La letra parece escrita para este momento, que se inspiraron en nosotros, en nuestro ahora, en nuestra relación, en lo que se ve y en lo que no, en lo que hay en mi interior y que no deja de resonar en un eco constante cada vez que estás cerca, que te miro, que te tengo en frente, a la alcance de mis brazos y que no puedo tenerte, ni tocarte, ni abrazarte como si fueras un espejismo o una alucinación o un sueño al que nunca voy a alcanzar, aunque quiera, aunque lo deseé. Pensarte y no tenerte. Vos me hacés tanta falta. Dos versos que parecen escritos para mí o por mí, podrían ser mis palabras, algo que te hubiera escrito en un mensaje que nunca me animaría a enviarte porque sé lo mucho que te molesta mi cursilería literaria y porque sé la vergüenza que me daría que me leyeras, que me descubras desnuda, que descubras mi interior.