Historia.1
El era como una luz ligera de luna, cabello blanco y sedoso tan suave como una nube, tez pálida que te invitaba a dejar marcas por todo su delicado cuerpo, su cintura pequeña que con un mal apretón se sentía tan delicada que seria capaz de desboronarse, tan minucioso que te hacía quedar atónito frente a tal beldad y ternura, pero fui yo, el "afortunado" me afirmó él, yo sería quien vería ese lado que es guardado a una persona especial, quizá hasta el matrimonio, esa personalidad lubricida, llena de sordidez y posesividad, viendote con esa mirada, más conocida como "la mirada de mil yardas" quien diría que sería yo, quien estaría con esa "luz de luna" que siempre conoció cada rincón de su cuerpo, cada zona delicada, sus sonidos más lubricidos y concedería cada uno de sus gustosos caprichos.
Fue bueno mientras duró dirían otros, pero yo, yo tengo una opinión distinta a ese dicho tan conocido para mi esa fue una experiencia abominable,despreciable y como todo mundo dice "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes" y yo me di cuenta de la escoria que tenia a mi lado "amandome" durante los meses que estuvimos juntos, éramos una pareja "perfecta" decía la gente pero quien pensaría que esa hermosura fuera tan escoria.
Delan Miller.