Mi historia comenzó cuando subí a esa tarima. Me obligaron a desnudarme frente a ellos y me exhibieron como un objeto a la venta listo para ser vendido.
Vi una mano levantándose, señalandome y gritando con euforia-¡Quiero al negro de la punta!- lo cual me hizo sentir sin valor, como un pedazo de nada. Luego me revisaron la dentadura y me llevaron con mi nuevo "amo". Él parecía ser un hombre malo y con mucho poder. Cuando llegue a su casa me acomode en una habitación aislada sin ventanas y un baño apartado del resto. Hasta ese momento no le había dicho ni una sola palabra y lo único que escuchaba eran órdenes de su parte. Al salir de mi nueva recámara me dijo que su nombre era Arturo Muñoz y que tenía una hija llamada Josefa Muñoz.Cuando abrí mi boca para presentarme al igual que él, me calló de un grito diciendo que no quería escucharme ya que mis palabras no eran importantes para él.
Los primeros días que viví en esa casa fue como una tortura, me di cuenta que todo era de color blanco y que yo no importaba, solo era el negro doméstico. Me hacian limpiar las escaleras y pisos de su inmensa hogar, el cual contenía muchos objetos valiosos que no me dejaba tocar por miedo a que los hurtara.
Unas semanas después, me encontraba lavando los platos como de costumbre y comencé a oír una una dulce melodía la cual provenía de el piso de arriba, donde se encontraban las habitaciones, me deje guiar por ese tarareo angelical, que estaba en una zona a la que nunca me había dirigido. Me acerqué aún más para poder escucharla correctamente y logré ver a una joven muchacha, muy bella, que aparentaba ser Josefa, la hija de el Sr. Muñoz. Al ver su increíble belleza quedé paralizado. Pero luego de unos cuantos minutos sentí un ardor muy fuerte un la parte baje de la espalda y al darme vuelta vi a Arturo con una mirada asesina. Luego de reprocharme por haber visto a su hija me ordeno que siguiera con mis tareas domésticas, que era para lo único que servía. Me retiré muy humillando y con ganas de conocer a Josefa.
Al día siguiente el Sr. Muñoz me dijo que se iba (no se donde) y se fue dejándome a solas con su hija. Resignado a poder hablar con ella, me enfoqué en hacer las tareas domésticas.
Mientras preparaba el almuerzo, comenzé a escuchar que alguien estaba bajando las escaleras, era ella con un vestido celeste y una sonrisa encantadora. Me pidió que comamos juntos, lo que me resultó extraño, pero acepté con gusto. Hablamos durante la comida, y nos dimos cuenta que teniamos muchas cosas en común.
Pasaron unas semanas, las cuales sirvieron bastante para conocernos mejor con Josefa, ya que teníamos un lugar especial en su casa en el que nos juntabamos para charlar, sin que nadie nos viera. Poco a poco nos fuimos enamorado y empezando a tener una relación a escondidas de su padre. A pesar de que estaba muy contento de estar con ella , a la vez la estaba pasando muy mal por el maltrato que recibia de su padre, es inexplicable lo que pase por parte de ese hombre; me humillaba siempre que podia haciendome sentir inutil, me hacia hacer todo tipo de cosas en el hogar sin dejarme respiro, cosa que no se lo deseo a nadie. No puedo creer que Josefa sea su hija, ella es todo lo contrario , es la única que ve algo en mi, que ni yo puedo ver.
Luego de unos meses todo siguio igual, yo viendome a escondidas con Josefa siempre que podiamos, y recibiendo maltrato por parte de Arturo. Hasta que un dia normal nos encontrabamos con mi chica, charlando ya que el Sr.Muñoz se habia ido; me dijo que me tenia que contar algo muy especial que ni ella podia creer. Aprovecho que estabamos solos y con los ojos llenos de lágrimas grito con alegria -¡Estoy embarazada! ¡Vamos a ser papas! . Fue ahi cuando me quede en shock no sabia que decir, estaba muy feliz , pero a la vez no podia pasar eso, un hijo de una blanca y un negro. En ese segundo en que me quede paralizado por la noticia, senti unos pasos que venian hacia el lugar, cuando vi una figura muy conocida, ¡Era Arturo! Habia vuelto y escuchado todo, nos miraba a los dos con cara matadora, lo unico que hizo fue mirarme a mi y sacar una navaja que tenia tras la espalda, empezo a apuntarme con ella y a gritarme: -¿¡COMO ES POSIBLE ESTO!? ¡UN NEGRO ESCLAVO COMO VOS QUE LO UNICO QUE TIENE QUE HACER ES HACER LO QUE LE DIGO , VA A TENER UN HIJO CON MI HIJA QUE POR CIERTO ES BLANCA Y NI ESTAS A SU ALTURA , VIENE DE UNA DE LAS FAMILIAS MAS PODEROSAS! ¿¡COMO TE ATREVES?! ¿¡QUE TE CREES SER INSERVIBLE , NO SERVIS PARA NADA, SOS UN OB-JE-TO!? NO SE SI TE QUEDO CLARO.
Ante esas palabras me volvi a quedar paralizado, antes de que pudiera decir algo al fin, Arturo me apuñalo con esa navaja; senti un vacio en mi como un pozo sin fin, me encantaria tener un segundo mas de vida para decirle a Josefa lo mucho que la amo y que estaba orgulloso de nuestro hijo; pero no pude , y si al final tenia razon Arturo, como un negro esclavo, objeto inutil como yo , podria estar con ella la perfeccion.