Han pasado dos semanas desde que me dieron el trabajo en la heladería y para ser honesta, todavía se me hace algo increíble. Y no lo digo por el hecho de que jamás hubiese trabajado en algo relacionado a alimentos antes, porque sería una mentira, si no que lo digo porque gracias a mi impulso de entrometimiento, me di cuenta de una cosa.
Primero que nada, iniciemos por el principio. Eso nos lleva a la pregunta, ¿Por qué apliqué a un empleo?
Bien, déjenme decirles que fue una decisión para nada pensada y que además tomé, si no me equivoco, a la 1:00 o 2:00 de la mañana de un fin de semana.
Soy una persona que le cuesta dormir a pesar de bostezar mil y un veces en la comodidad de su cama. Así que aquel día estaba revisando mi instagram, en busca de algo que me hiciera reír o que como mínimo me entretuviera. Entonces dentro de todo el contenido que mis ojos percibían, terminé viendo una historia en la que una página de helados solicitaba empleados.
Por un momento dudé en meterme al enlace de forms, por el simple hecho de pensar en toda la diversión que me iba a perder si trabajaba los cinco días de la semana, pero siendo realistas, soy una persona con pocos amigos que no saben organizarse para salir y lo único que hago cotidianamente es ir al gimnasio, dormir, comer y ver tiktoks.
Así que pensé: Bueno, puedes hacer algo mínimamente productivo si tomas el trabajo, aunque también falta que ellos te contacten y te acepten.
Eso ya era pura suerte y aunque tuve poca fé al respecto, decidí entrar.
Leyendo cuidadosamente al ingresar en el enlace, noté que había vacantes para el mismo puesto pero en diferentes turnos. Uno de ellos era para la semana completa, mientras que el otro era solo para fines de semana. Más suerte todavía.
Pensé alrededor de unos 3 minutos sobre cual elegir y terminé optando por el de fin de semana. Era más riesgoso porque conociendo la suerte que me rodea, sabía que mis amigos iban a empezar a mandarme mensajes para salir de fiesta y todo eso, pero la realidad fue que no. Nadie me mandó mensajes y hasta la fecha, nadie se ha contactado conmigo y extrañamente no me siento vacía como usualmente lo haría, todo lo contrario.
Estaba extraña y peculiarmente tranquila.
En fin, supongo que es todo lo que puedo decirles, ya que por ahora no me acuerdo específicamente de nada y además estoy en medio de mi shift laboral, así que tengo que concentrarme en matar mi ansiedad y actuar como una persona completamente extrovertida antes los clientes.
— Mox. ☆