Hoy 13 de agosto ya hace 12 días desde que se ha ido. Papá,mi fiel protector se ha ido y le extraño tanto. Estoy acostada en la cama, recordando con añoranza cada vez que lo veía entrar a casa. Él llegaba tarde, por su trabajo; pero siempre entraba con una sonrisa, sin importar las dificultades, sonreía. Recuerdo que cuando me levantaba muy tarde o había llovido el día anterior, el se levantaba y me llevaba a la escuela en su Motorola. Es muy extraño él no poder verlo, también duele el no tenerlo cerca. No somos una familia tradicional; somos mi madre, mi padre, mi hermano y yo. No mostramos cariño igual que cómo otras personas. Usamos expresiones como feo/a para saludarnos; o simplemente peleamos. Recuerdo que cuando estaba muy cansado por el trabajo lo tirábamos en la cama y nos le tirábamos encima. Yo lo saludaba con unos cuantos puñetazos en los brazos o el abdomen. El hace ejercicio así que era más bien una prueba, el también me golpeaba de vuelta y entonces yo lo agarraba del cuello. Cómo ven somos una familia un poco diferente.
Él día 1 de agosto inició la travesía, hasta ahora todo va bien; incluso ya consiguió un trabajo en México. Hablamos mucho por WhatsApp, también tenemos un grupo de la familia; es para mantener a todos en contacto con él. A pesar de que hablamos mucho, no es lo mismo; yo preferiría que estuviese aquí, pero ya no se puede. Al menos seguimos en contacto, y se él está bien; pero yo hecho mucho de menos verlo llegar. La casa no es la misma desde que se fue, el interior se siente vacío. Supongo que solo queda esperar, esperar a que pueda regresar y que vuelva bien. Todos esperamos con fe en Dios, esperamos que venga pronto y que no le pase nada malo en su viaje.