Me desperté y miré alrededor, me encontraba en una habitación, 《"laboratorio"》 pensé cuando miré los distintos instrumentos tecnológicos, me levanté y aprecié mis manos metálicas.
-P19- dijo una voz aguda pero sería y con un claro tono de orgullo detrás de mí. Volteé y vi a un mortal de estatura mediana con el cabello obscuro y desordenado, pero una linda sonrisa pintada en su rostro.
-Soy P19- respondí y me señalé. Él sonrió y se acercó.
-¿sabes quien soy?- preguntó mientras me miraba.
-eres mi creador- dije con voz clara a pesar de ser un robot recién creado.
-Llámame Ilai, es mi nombre- añadió el mortal.
-"Ilai", entendido- dije y asentí.
El humano dijo que tenía que explicarme algunas cosas así que me llevó a una habitación aparte y se sentó en la mesa, yo hice lo mismo, pues mi tecnología era tan avanzada que me daba esa habilidad. Pasó una hora.
-Entonces mi propósito aún no es claro, por ahora solo seré tú "compañero"- dije en conclusión de lo que me había explicado.
-así es- afirmó él.
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Desde ese día, Ilai y yo nos convertimos en compañeros de laboratorio, él aún trabajaba en mi, en mejorar mi sistema y darme el aspecto más natural posible, hasta ahora era solo un robot con tecnología inteligente capaz de contestar preguntas sencillas pero con respuestas coherentes. Cuando el día llegaba a su fin, Ilai salía del laboratorio y me dejaba conectado a un sistema de cableado para evitar la oxidación y envejecimiento rápido de mi sistema.
Por el día, también me platicaba cosas de él y yo recopilaba sus datos en mi disco.
-Bien... inicias cuando yo te indique- ordenó mi creador mientras sostenía una tableta y yo me encontraba de pie frente a él totalmente quieto.
-Tres... dos... ahora- hizo una señal con su mano para que iniciara.
-Saludos comité general de tecnología avanzada, mi nombre es P19, soy un avanzado androide compuesto por una gran y maravillosa cantidad de elementos tecnológico, mi creador y responsable de mi, Ila- - No pude terminar mi discurso preparado, cuando Ilai me interrumpió con agresividad.
-¡No!, ¡No!, ¡No!- exclamó y negó con las manos.
-¿He cometido un error?- pregunté mirandolo.
-No puedes mencionarme, eso no es parte del discurso, P19- corrigió y se acercó a mi, yo era más alto asi que bajé un poco la cabeza para mirarlo.
-Lo es, es necesario que seas acreditado, pues has sido tu él que me trajo aquí- argumenté con seguridad.
-No... No frente al comité, por favor, P19- dijo esto último con una mirada de imploro en sus ojos, no pude evitar sentir algo extraño en mi cabeza y pecho de metal, lo cual no era normal para un androide.
-He tenido un sentimiento- informé.
-¿Un sentimiento?- repitió lo que dije con sorpresa -¿de que se trata?, describelo- pidió.
-Te he mirado y he experimentado una sensación de cosquilleo en mi metálico interior, ¿es eso favorable?- expliqué con claridad, noté en su mirada una enorme felicidad al escuchar lo que dije.
-Ven, colócate aquí- ordenó y señaló una silla, me senté y apoyé las manos en las rodillas.
-Eso ha sido una buena noticia, lo sé al mirar tú sonrisa y actitud- expresé siguiendo cada movimiento que hacía con mis ojos.
-Claro que lo es, P19- exclamó son suma alegría -¡Estás teniendo sentimientos personales!- alzó las manos con orgullo.
-Sentimientos personales...- no entendí el básico concepto, pero aquella sensación que había experimentado al mirarlo me agradó.
Fueron suficientes sólo unos meses para que, Ilai, pusiera todo su empeño en mejorar la sensación de mis sentimientos para que pudiera sentirlos más a menudo y así comprender mejor a los mortales. Cada vez era más humano que robot y eso alegraba a mi creador así que también a mi, aunque aún no tenía un "propósito" fijo.
Los días pasaban con sencillez para mi. En una ocasión me encontraba mirando un reportaje en la tv del laboratorio y noté una acción entre los mortales que nunca antes había hecho.
-Oye- caminé hacia mi creador, el cual se encontraba ocupado con un sistema de cableado delicado.
-¿Qué pasa?- preguntó sin apartar la mirada del objeto en sus manos.
-He notado un comportamiento en los mortales y me gustaría intentarlo- expliqué.
-¿de qué se trata? No puedes hacer cosas que pongan en riesgo tu sistema- argumentó -explícamelo y te diré si es conveniente o riesgoso-
-Había dos mortales de pie, uno de ellos se acercó al otro y estrechó su cuerpo contra el del otro... ellos lo llamaron "abrazo"- expliqué lo que había visto en la televisión.
Ilai se volteó hacía mi y me miró con ligera sorpresa, después se levantó y se paró frente a mi -¿quieres un... abrazo?- preguntó con timidez.
-me gustaría saber que es lo que se siente- asentí sin hacer ningún movimiento.
Noté un leve sonrojo en las mejillas de Ilai cuando se empezó a acercar con lentitud; extendió los brazos y rodeó mi torso dejando su cabeza sobre mi pecho.
-Has lo mismo con mi cuerpo- dijo después de cerrar los ojos con tranquilidad.
Acaté lo que dijo, pero como el era más pequeño terminé sosteniendo su cintura.
-Qué es lo que sientes? P19- preguntó aún cerrando los ojos
-Es... cálido... y cómodo- respondí con la misma tranquilidad -Me extraña sentir esto... ¿cómo es posible sentir calidez sobre mi cuerpo metálico?- pregunté con extrañeza.
Ilai alzó la cara y me miró -Tengo la misma duda ahora mismo, pero me parece algo increíble- mostró una sonrisa que llegué a considerar linda y reconfortante.
Los meses pasaron hasta que se convirtieron en un año, un año desde que el proyecto de Ilai fue un éxito y pudo darme "vida". Durante ese tiempo pude salir con sumo cuidado hasta la casa de Ilai y pasar las tardes allí como una persona de carne y hueso. Todo era tranquilo y agradable, nuestra relación era cada vez más cercana... ahora eramos amigos, de hecho, él era mi primer amigo. Hasta que un día llegó al laboratorio una persona que alteraría toda la estabilidad que teníamos; se trataba de un hombre de avanzada edad, pero no demasiado viejo, alto como yo y un poco pasado de peso, venía vestido con traje y calzado formal. Cuando Ilai lo vio, inmediatamente se paró frente a él y lo saludó con educación.
-Me he enterado de tu... proyecto, Ilai- dijo el hombre mientras miraba alrededor como si buscara algo.
-¿Se ha enterado?... ¿cómo es eso posible?- preguntó Ilai con ingenuidad. Yo me encontraba en una habitación mirando todo por el gran cristal, la razón por la que el hombre no se percataba de mi presencia era porque él cristal era oscuro por el otro lado.
-Algunas personas han escuchando otra voz aparte de la tuya, así que supuse que tu proyecto había madurado con éxito- caminó por el laboratorio mirando las anotaciones y cables que había por las mesas.
-Bueno, es cierto- aseguró Ilai -Ha sido un éxito total- pronunció con orgullo de sí mismo.
-¿y dónde se encuentra?- preguntó el mayor con interés. En ese momento Ilai pronunció mi nombre y miró alrededor esperando que saliera de dónde estaba.
-Me has llamado- dije mientras salía del cuarto y lo miraba.
El hombre se acercó a mi boquiabierto y me escaneo con la mirada de pies a cabeza, pude notar su gran sorpresa al verme. Ilai estaba frente a mi ofreciendo esa sonrisa que demostraba seguridad ante su éxito.
-Es increíble- pronunció el mayor cubriendo su boca con sus dedos -Tan... humano-
En este punto, yo ya contaba con una capa de material que me daba un aspecto como si tuviera piel humana, Ilai la modificó para darle también un aspecto suave al tacto.
-P19, él es un miembro del comité de tecnología avanzada- me informó Ilai con una mirada que me indicaba lo que tenía que decir, por supuesto, yo ya lo sabía así que empecé.
-Saludos miembro del comité general de tecnología avanzada, mi nombre es P19, soy un avanzado androide compuesto por una gran y maravillosa cantidad de elementos tecnológico, agradezco su interés y atención en mi- terminé de hablar y noté un suspiro de alivio saliendo de los delgados labios de Ilai, lo cual me reconfortó demasiado, esta vez no cometí ningún error.
-Es para mi un honor poder verte- contestó el mayor ante mi discurso.
Después de esto me indicaron que podía retirarme así que lo hice y volví al cuarto con el cristal oscuro, pero aún los miraba con atención aunque no lograba escuchar lo que estaban hablando.
Pasaron casi tres horas para que el hombre se fuera; salí y me acerque a Ilai para preguntarle acerca de su platica a lo que él respondió con entusiasmo:
-¡Salió increíble! El director te aprobó- dijo sonriendo.
-Me aprobó?, No comprendo- respondí dudoso.
-Iras con él mañana y volverás en tres días, solo te observarán y anotarán algunas sugerencias para que te las agregue ¡serás increíble y todo un éxito!- exclamó emocionado.
A pesar de que no comprendí con claridad, me alegré de verlo tan entusiasmado.
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Ilai me preparó y limpió mi cableado en la parte de la espalda antes de irme. Por la tarde, volvió el hombre y me guió hasta una camioneta, antes de subir miré a Ilai quien me despidió con una sonrisa. En la camioneta había otros dos hombres y el chófer, el director subió de copiloto y dio la orden para irnos.
Fue un viaje de casi treinta minutos; al llegar, entramos a un gran lugar con mucho espacio vacío y algunas cajas desordenadas alrededor.
-Él te llevará al lugar donde dormirás hoy y mañana comenzaremos las pruebas- dijo el director mientras posaba su mano en el hombro de uno de los hombres que había ahí.
Asentí y me fui a donde me indicó, fue la primera vez que no dormí conectado, lo cual, según las palabras de Ilai, era peligroso para mi rendimiento. No quise entrar en duda así que solo permanecí ahí hasta el otro día.
Muy temprano por la mañana, cuatro hombres me sacaron de la habitación y me llevaron al centro del lugar, me quedé quieto esperando cualquier orden, cuando de repente sentí un fuerte impulso sobre mi espalda, reaccioné y volteé dándome cuenta de que uno de los hombres me había arrojado un objeto metálico grande y pesado, después, desde otra dirección, me arrojaron otro objeto... y otro... y otro...
《¿Qué está pasando?》me pregunté, Ilai dijo que iban a observarme y hacer sugerencias, pero solo están golpeándome como si quisieran ver cuanto resistían las capas de metal que me componían.
Así sucedió los tres días que estuve con ellos, pasaron de aventar objetos metálicos a arrojar botellas de cristal y baterías de carro hasta que, el tercer día, me dispararon con pequeñas armas dañando algunos de mis sistemas, a pesar de que no podía sentir dolor, sentía como era destrozado... en ese momento, tuve un sentimiento que no había experimentado antes... Decepción... mi creador me había engañado y mandado con estos hombres para destruirme cruelmente... eso fue lo único que pensé.
Al otro día fui subido a la camioneta y llevado de nuevo al laboratorio, me dejaron en la puerta de entrada y se fueron. Al parecer, Ilai se percató de mi presencia por las cámaras de seguridad y vino a abrir la puerta.
-¡volviste! ¿Qué tal te ha ido?- preguntó con entusiasmo, el cual consideré falso.
-Me alegra ser utilizado como desecho metálico- dije y pasé de largo.
-¿desecho metálico?- preguntó él dudoso de mis palabras.
No respondí y fui a la cápsula donde solía dormir conectado, pues no tenía la energía suficiente para manipular mis extremidades
Ilai me siguió y aproveché para decir:
-¿podrías por favor conectarme?- excalmé a petición mientras me colocaba en la cápsula
-ah... claro...- asintió y me conecto como normalmente lo hacía. Cerré los ojos y de inmediato me quedé dormido perdido entre la tecnología que recorría mi metálico cuerpo.
Desperté después de unas horas y vi a mi creador de espaldas sentado en una mesa, pude persivir con mis sensores su acelerado pulso, antes de que pudiera salir de la cápsula se dio la vuelta y me miró con los ojos enrojecidos.
-¿qué fue lo que te hicieron?- preguntó con los músculos de la cara totalmente tensos fijando su mirada en la mía.
Bajé la cabeza para mirar las zonas que habían dañado, pero ahora se encontraban reparadas, volví la mirada a Ilai.
-Me reparaste- dije como afirmación. Él se acercó y colocó su mano sobre mí pecho.
-¿Por eso dijiste lo que dijiste cuando llegaste? ¿Qué te agradaba ser utilizado como desecho metálico?- me miraba con unos ojos que no había visto antes en él, llenos de ira y tristeza, emociones que no había percibido en alguien antes.
-Soy útil para ti y por eso me has enviado con ellos- expliqué según lo que había entendido, era solo un androide y mi obligación como tal era servir a mi creador.
-N-No... yo... no te envié para que te hicieran daño- respondió con la voz entrecortada y la mirada baja.
No dije nada, no tenía más palabras para seguir la conversación, en su lugar, Ilai se disculpó y me indicó ir a la cápsula de nuevo para recuperar toda la energía perdida.
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Pasaron solo tres días y el hombre mayor volvió, cuando Ilai lo vio entrar de inmediato le gritó que se fuera, pero él hombre, sin vergüenza alguna, preguntó cuando iría de nuevo con ellos para otra "observación", lo que hizo enfadar demasiado a mi creador. En cuestión de minutos se desató una pelea verbal entre ambos, la cual yo solo miraba y escuchaba.
-¡Nunca dijeron que iban a lastimarlo! ¡no lo hubiera permitido!- dijo Ilai con molestia en sus palabras.
-¡Es un robot! ¡su propósito ahora es ser útil para atacar!- exclamó el mayor con agresividad.
-¿¡atacar?! ¿¡Ustedes quieren matarlo?!- ahora se sentía su impotencia
-agg por favor, Ilai ¡no tiene vida alguna! ¡Es un montón de cables conectados a una batería!- argumentó el hombre con cinismo.
-¡no voy a dejar que se lo lleven!- advirtió y frunció el ceño.
-Te quitas del medio o nosotros nos encargaremos de quitarte- el hombre tomó el brazo de mi creador con clara fuerza.
-...- Ilai solo se quedó callado mirándolo con... 《¿miedo?》me pregunté en mi mente.
-No te interpongas o me encargaré de eliminarte des- - Lo tomé de la muñeca del brazo con el que sostenía a Ilai evitando que terminara de hablar.
-Vete ahora, mi sistema de autodefensa no ha sido instalado, pero se lo necesario para provocar en ti una lesión que no permita que vuelvas a levantarte- advertí con la voz tranquila que Ilai me había programado, el mayor frunció el ceño y salió del lugar claramente molesto, pero antes dijo:
-¡Voy a regresar por él y a ti te haré trizas!- lo dijo mirando a Ilai y luego salió azotando la puerta detrás de él.
Volví la mirada a Ilai, quien ahora miraba el suelo.
-No voy a dejar que te lleven de nuevo- dijo y apretó los puños a sus costados
-Él mencionó que ahora tengo un propósito- dije sin reacción alguna
-¡No! Quieren utilizarte para atacar lugares y gente- explicó exaltado.
-Entonces... ¿Qué debo hacer?- pregunté inclinándo la cabeza con duda.
-Yo... voy a pensarlo- agregó con inseguridad... algo raro en él.
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El mayor dijo que volvería y eso le provocó muchos nervios a Ilai, solo observaba como andaba de un lado a otro susurrando soluciones que después descartaba; Hasta que un día me llamó y me indicó que me sentará frente a él.
-¿Has encontrado la solución que buscabas?- pregunté con curiosidad.
-He encontrado una, pero... no es la que quería, de hecho... es mi última opción- exclamó con angustia.
-Dime, ¿de qué se trata?-
-Yo... voy a apagarte... y para asegurarme de que no vuelvan a utilizarte... voy a... voy a desarmarte- cuando dijo esto último, sus ojos se llenaron de fluido lagrimal.
-Entiendo, si esa a sido tu solución, esta bien- asentí levemente con la cabeza y mostré una sonrisa, no esperaba que el líquido en sus ojos se derramará y corriera por sus mejillas, me sorprendí.
-Lo siento, no quería herirte- me levanté de inmediato y llevé a cabo una vez más esa acción de "abrazo".
-No lo haces- el correspondió a mi abrazo con fuerza llenando mi metálico pecho con sus lágrimas -No quiero apagarte, pero tampoco quiero que te hagan daño- explicó entre sollozos.
-Lo comprendo, no hay problema- afirmé mientras pasaba mi fría mano por sus cabellos desordenados.
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Fue hasta el día siguiente que se llevó a cabo dicha solución. Me encontraba recostado sobre una mesa alta con los cables de mi interior fuera, a todos los unía un solo cable de color rojo carmesí.
Ilai sostenía unas pinzas especiales para cortar los cables.
-...- Él solo guardaba silencio mientras me miraba.
-¿Qué es lo que sientes?- pregunté entre el silencio. Parpadeó en forma de reacción.
-¿hm?- hizo una mueca de duda.
-Tú siempre preguntabas que era lo que yo sentía, ahora quiero saber que es lo que tu sientes- respondí.
-yo... tristeza... culpa...- agachó la mirada.
-No tienes la culpa- aclaré de inmediato -Me has creado y serás quien haga que deje de funcionar, me siento tan complacido- dije con una sonrisa leve.
-pero... no volverás a moverte, ni hablar... ni sentir- argumentó antes de soltar un suspiro.
-...- no dije más.
Ilai puso el cable carmesí entre la boca de las pinzas a punto de cortarlo.
-He visto otro comportamiento inusual de los mortales- dije antes de que pudiera cortar el cable.
-¿otro comportamiento?...- preguntó -¿Qué es esta vez?-
-Ambos se juntaron de nuevo, pero en lugar de estrechar sus cuerpos... estrecharon sus labios y después de un par de segundos se apartaron y se miraron, ¿cómo llamas a eso?- lo miré y noté su expresión de sorpresa.
-un beso...- dijo con voz suave.
-un beso...- repetí analizando la palabra -Quisiera saber la sensación que provoca un beso- me quedé mirando a Ilai por un momento hasta que se inclinó y se acercó a mi rostro... puso sus labios sobre los míos y los movió con suavidad, mis sensores me permitieron sentir la calidez de sus labios rozando los míos de suave pero frío metal, tener su rostro tan cerca me hizo percatarme también de sus facciones tan delicadas y sus ya comunes ojeras bajo sus grandes ojos marrones, después de unos largos segundos se apartó y me miró a los ojos.
-Entiendo ahora porque a los mortales les gustan los besos, son tan... tranquilos y suaves- opiné y alcé una de mis manos para acariciar la mejilla de Ilai.
-Fuiste la mejor compañía que pude haber tenido, P19- dijo con una leve sonrisa en su rostro.
-Me alegra haber sido tu mejor éxito, Ilai- fue la primera y última vez que llamé a mi creador por su nombre frente a él.
Ilai sonrió y cerró los ojos, después hizo presión en las pinzas cortando el cable carmesí que unía mis sistemas. De manera inmediata mi vista fue negra y vacía, deje de escuchar su delicada respiración y de sentir su calida mejilla sobre mi mano. Fui apagado para jamás volver a ser encendido.
Solo tuve "vida" por un año, pero tengo la fortuna de catalogarlo como el mejor año que puede pasar. Ilai será siempre el pequeño científico que me hizo poder sentir cosas que jamás hubiera imaginado, desde un tranquilo abrazo hasta un cálido y suave... beso.
F I N