En un mundo caótico existía la Ciudad de Prímula que por culpa de otras especies se volvió lleno de avaricia y codicia , en él vivían unas pequeñas creaturas, que eran demasiado hermosas para este mundo llenó de oscuridad y totalmente gris.
Estás creaturas eran "Hadas" ellas trabajaban con su magia, en devolver nuevamente el brillo que una vez tuvo la Ciudad de Prímula, pero lamentablemente desde hace diez años empezó a morir la tierra y dejó de ser la más hermosa, dónde su flora y fauna era envidiada por otros pueblos cercanos ahora desaparecidos.
En la ciudad de Prímula existían los Reyes Jano y Chloe dónde gobernaban la ciudad de las Hadas, ellos tenían 10 hijos y cada uno se encargaban de una área de Prímula.
Los trabajos en Prímula estaban divididas por el caos en la que se encontraba la ciudad, todas las mañanas las 10 Hadas se encaminaban a repartir su magia con ayuda de las demás ciudadanos, para poder que la naturaleza volviese a crecer y los animales ya no muriesen más, pero las Hadas tenían un gran enemigo que eran los Duendes ellos perdieron su pueblo por su misma codicia de no compartir sus riquezas con los más necesitados; ya que no era necesario tener mucho oro, simplemente con tenerlo cerca, ya era lo justo hasta para treinta Duendes y no desaparecer.
La Prímula era una flor muy rara, aunque se mantenía viva en todas las estaciones del año, sólo en invierno botaba un aroma que hacía que todo lo que estuviese muerto volviese a revivir. Todo el valle de la ciudad se cubría de está hermosa flor, que no debía ser jamás arrancada de su lugar, era totalmente blanca y con un brillo cómo el oro en su interior, los Duendes desde su ignorancia, pensaban que obteniendo está flor, ya no se volverían piedras, por eso la robaban sin saber el daño que le hacían a la ciudad.
Cada Prímula era un Angel Caído del Cielo, que por desobediencia de Dios los había hecho así para que devolviesen la vida a la tierra, ya qué la guerra fue culpa de ellos y la mayoría de las especies habían muerto, los únicos en sobrevivir fueron los Duendes y las Hadas, ellos antes de eso vivían en armonía y hasta se ayudaban entre ellos para que el valle de Prímula siempre estuviese hermoso, en la guerra el noventa porciento de las flores desapareció y Dios en ayuda a los Reyes los volvió Flores y su castigo sólo acabaría pasado los 10 años, para que la tierra volviese hacer la misma, pero por su misma codicia en la guerra, su castigo no se había acabado, ya que los Duendes seguían arrancando las flores, que una vez eran arrancandas no sólo moría el Ángel, si no que también se seguía pudriendo la tierra.
Todo empezó por la codicia de querer vivir cómo los otros seres mágicos del mundo, pero lo que los Ángeles no entendían es que cada ser mágico creado por Dios tenía un deber que hacer y representar para el mundo. Los Ángeles fueron creados para mantener la Paz del mundo y elllos lo lograban, entregando a cada ser, el tesoro que le correspondía cuidar en la tierra, ya que así cada uno, se sentía importante para Dios.
Dios sólo quería que todos viviesen en armonía, que la tierra que el tanto amaba se mantuviese en orden y así todos los seres mágicos pudiesen vivir sin preocupación alguna por nada, los que menos trabajaban eran sus hijos preciados cercanos, que eran los Ángeles, pero ellos sentían envidia y no entendieron el propósito que ellos tenían para el mundo.
Los ángeles codiciosos no entendían porqué Dios sólo les dio a ellos tan hermosos tesoros y libertad de vivir en la tierra, ellos sólo podían bajar a la tierra una vez al año y sólo para entrgarles Oro y mas vida a las flores de Prímula. Pero ese día unos ángeles se revelaron contra Dios y no entregaron los tesoros enviados a ellos y gracias a que existía el Oro y las Prímulas que los Duendes y Hadas trabajaban eran que existían las otras especies místicas cómo: Nomos, Sirenas, Centauros, etc...
Al no entregar los tesores a tiempo, los Duendes empezaron a volverse piedras y las Hadas no podían volar y repartir su Magia al rededor del mundo. Gracias al Oro que ellos trabajaban había luz en los océanos profundos, para que las Sirenas pudiesen estar ahí sin el miedo de ser cazadas y torturadas por sus enemigos, también les pagaban a los Nomos que ellos hacían la comida de los Duendes y Centauros (Relativamente el oro era urilizado por causas buenas, no por codicia de volverse millonarios, era necesario en la sobrevivencia de ellos en la tierra).
Los Reyes creían que todo ésto iba a poder cambiar, pidieron una audiencia con Dios y le preguntaron cuál era la solución para terminar con está desgracia, ya que las Hadas cada día por falta de oxígeno les costaba más y más volar, los pocos Duendes que quedaban no colaboraban en nada, así que Dios accedió a bajar a la tierra hablar con los Reyes.
Los Reyes recibieron a Dios con lo mejor que les quedaba del hermoso valle, Dios al ver tan hermosa bondad de parte del pueblo, que a pesar de todas carencias por las que pasaban , seguían con sus grandes sonrisas y no estaban exigiéndole nada, sólo querían recuperar su valle y que volviese hacer el mismo.
Dios no sólo se conmovió, si no que salió al jardín y con su poder, ordenó a los Ángeles a despertar y que repartieran todos los tesoros que hace 10 años habían robado, los Ángeles se inclinaron ante su Padre, pidieron perdón y le dijeron que ellos querían seguir en la tierra para así ayudar a los seres mágicos a que más nunca volviesen a sufrir, también en esos 10 años habían aprendido que jamás habían apreciado sus propios tesoros, que era estar al lado del creador de todo lo hermoso.
Así las Hadas volvieron a tener su valle restaurado, los Duendes volvieron a tener su Oro y las otras especies volvieron poco a poco a nacer.
Jamás se debe desear lo que no te pertenece, goza y disfruta lo que tienes, tus propios tesoros son los importantes.
¡Fin!