Me hiciste amarte tanto, entregarme por entero. Atrapada me encuentro, En tu amor y cariño y en los deseos de mi corazón de sanar.
Siento que mi pecho quiere explotar, tantas cosas que quiero decirte. Pero la prudencia se impone, sólo te puedo decir, que mis heridas eran profundas.
Cuando llegaste a mi vida, era tan grande el dolor que tenía, me aniquila lentamente. Nunca lo supiste, nunca te dije por qué.
Tu mirada me sanaba, tu sonrisa me sanaba. El susurro de tu voz, me sanaba, fueron tus caricias, que aliviaron mi dolor.
Me liberaste del tormento que viví y poco a poco sin saber, aunque nunca te dije, que acurrucaste a una leona herida por su pasado.
Que a pesar de sus profundas heridas escondía su dolor. Pero te dio la oportunidad de que la amarás y la cuidarás y vieras la mejor versión de MI.