No creía en el amor a primera vista, pero desde que lo vi por primera vez en aquella fiesta supe que me enamoraría y así fue.
Su alma libre y soñadora me cautivo; ese sentido del humor que a cualquier mujer encantaría.
Si, lo sabía… Sabía que no debía de involucrarme con aquel chico, pero termine siendo esa amiga con derechos, aquella que al final de la historia saldría perdiendo.
Me deje llevar por este nuevo sentimiento que recorría todo mi ser y cada día sentía como me consumía más y más.
Esas pláticas de horas donde me abría su corazón y me mostraba su lado mas vulnerable, sus miedos, sus sueños y todo aquello que guardaba en lo más profundo de sus pensamientos.
Hoy solo tengo que conformarme con su amistad la cual es muy valiosa y guardar mis sentimientos en algún rincón de mi corazón con la esperanza de que algún día solo lo pueda ver como un amigo.